Sergio Yael Cameras de la Cruz tenía apenas 20 años y una vida por delante estudiante de medicina en la Universidad Olmeca, era un joven apasionado por el conocimiento, el futbol y su familia. Su historia marcada por una tragedia, ha conmovido a Tabasco y a todo México al convertirse en un ejemplo de amor, generosidad y esperanza.


La noche del 27 de mayo, mientras se dirigía a recoger a su madre quien laboraba en el Hospital General de Zona No. 46 “Dr. Bartolomé Reynés Berezaluce”,el vehículo en el que viajaban fue interceptado por hombres armados sobre la Avenida Luis Donaldo Colosio, en el poniente de Villahermosa. En el ataque su madre perdió la vida de inmediato y Sergio recibió un disparo en la parte trasera de la cabeza.
Durante 10 días permaneció hospitalizado en estado vegetal su familia, aferrada a la esperanza enfrentó uno de los momentos más duros. Pero cuando los médicos confirmaron que no había posibilidad de recuperación tomaron una decisión que transformaría el dolor en un acto de amor profundo: donar sus órganos.
La cirugía de procuración de órganos se llevó a cabo el 6 de junio en el HGZ No. 46, a partir de las 9:30 de la mañana, concluyendo a las 14:00 horas. Con el respaldo de la Coordinación de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células del IMSS, se logró el traslado de sus pulmones, riñones e hígado hacia hospitales especializados de Nuevo León y Veracruz, donde pacientes en lista de espera recibieron una nueva oportunidad de vida.
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“Han sido días muy difíciles desde que recibimos la noticia. Mi hijo estaba dedicado a sus estudios, al futbol y a sus amigos, pero la carrera de medicina ocupaba casi todo su tiempo”, expresó Osmar Cameras, padre del joven. Con voz entrecortada, agregó que la decisión de donar los órganos fue natural para la familia. “Mi padre vivió más años gracias a un trasplante. Sergio creció con esa historia y siempre expresó su deseo de ayudar, incluso si algo le pasaba”.
El IMSS, a través de su red de unidades médicas especializadas destacó el valor de este gesto altruista y recordó que la cultura de la donación en México aún enfrenta muchos desafíos. “Historias como la de Sergio son las que necesitamos visibilizar, porque detrás de cada órgano donado hay vidas que se salvan”, señalaron en un comunicado.
Fue despedido el lunes en el Recinto Memorial de Villahermosa, rodeado de familia, amigos y compañeros que lo recordaron con lágrimas, pero también con profundo orgullo. Su historia no solo deja un llamado a la justicia, un mensaje poderoso: donar es trascender, es dar vida cuando la propia se apaga.

