En 1994, Alma Cecilia Martínez Pérez hizo historia al convertirse en la primera representante de Tabasco en el certamen nacional Nuestra Belleza México. Con tan solo 18 años, cautivó por su elegancia, carisma y naturalidad, logrando posicionarse en el Top 16 del concurso. Sin embargo lo que muchos no sabían es no nació en Tabasco, sino en Ciudad Obregón, Sonora.





A pesar de su origen Sonorense, se sentía profundamente identificada con la juventud tabasqueña. En su ficha de presentación mencionaba con entusiasmo que le gustaba recorrer el Paseo Tabasco, disfrutar de un café en el Manhattan o bailar en las discotecas de moda como el Tequila Rock o el KU en sus palabras se reflejaba la efervescencia juvenil de una Villahermosa noventera llena de vida nocturna y encuentros culturales.
Alma Cecilia estudiaba inglés y se preparaba para iniciar la carrera de Ciencias de la Comunicación. Soñaba con trabajar frente a las cámaras o como locutora, mientras escuchaba baladas, música ranchera y norteña que reflejaban tanto su arraigo como su sensibilidad artística.
El certamen Nuestra Belleza México fue creado para elegir a las representantes del país rumbo a concursos como Miss Universo y Miss Mundo a lo largo de los años la competencia ha evolucionado, adoptando diferentes nombres y formatos. De 1994 a 2017, fue conocido como Nuestra Belleza México, y desde 2018 se transformó en Mexicana Universal, en la actualidad se le conoce como Miss Universo México, conservando su misión de destacar el talento, inteligencia y belleza de las mujeres mexicanas
La participación de Alma Cecilia Martínez Pérez marcó un logro no solo para Tabasco, para la historia del certamen. Su paso por Nuestra Belleza México es un recordatorio de cómo la identidad y el arraigo van más allá del lugar de nacimiento, y de cómo una joven Sonorense encontró en Tabasco su lugar para brillar.
