El arte tabasqueño tiene nombre y rostro, y hoy destaca en escenarios internacionales gracias a Eleazar Valencia Valencia, artista plástico originario de esta emblemática comunidad indígena, quien ya presentó su obra en la exposición “Olmec Trail: Culture and Legacy”, realizada en el DuPage Forest Preserve de Chicago, Illinois, Estados Unidos.


Su historia es la de un creador que nunca olvidó sus raíces desde muy joven, se formó en el proyecto “El Tesoro de Tamulté” (1989-1994), donde aprendió pintura, escultura, grabado, dibujo y danza. Sus maestros fueron artistas de talla internacional como Raoul Deal (Estados Unidos), Tamami Kobayashi (Japón), Leandro Soto y Humberto González (Cuba), así como el mexicano Adrián González. Esa formación multicultural lo convirtió en un artista versátil, curioso y en constante búsqueda de innovación.
Con estudios en Desarrollo Cultural por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT),ha logrado consolidar una trayectoria que lo ha llevado a exponer en importantes recintos de México, Cuba, Panamá y Estados Unidos. Su obra ha estado presente en Ciudad de México, Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Quintana Roo y Tabasco, y ha participado en murales colectivos de gran relevancia, como los del Museo Interactivo Papagayo y la SEGEY de Yucatán, dentro del Festival Internacional de la Cultura Maya.




Sin embargo su aportación va más allá de las galerías en su propio hogar, Eleazar transformó el patio en una casa típica de guano y palma, recreando la esencia de su comunidad. Ahí imparte talleres de pintura y dibujo para niñas, niños y jóvenes, convencido de que el arte es una herramienta para preservar la memoria cultural y fortalecer la identidad de Tamulté.
Su estilo artístico se distingue por la experimentación con materiales no convencionales como el petate, donde combina colores vibrantes, texturas y formas que evocan tanto la vida en los pueblos originarios como la modernidad de las ciudades. Para él, la pintura es más que un oficio.
Con su participación en “Olmec Trail”, no solo llevó su arte, el espíritu de Tamulté de las Sabanas y de Tabasco al mundo. Esta exposición que explora el legado cultural de los pueblos originarios, le permitió mostrar cómo el talento local puede dialogar con el arte global sin perder su autenticidad.
Es hoy un referente de cómo el arte comunitario puede trascender fronteras, convirtiéndose en un símbolo de orgullo para Tabasco entero. Su obra no solo refleja su visión personal, el latido cultural de una tierra rica en historia, identidad y creatividad.
