Hoy el mundo celebra el Día Internacional del Café, una fecha instaurada por la Organización Internacional del Café (OIC) en 2015 con el objetivo de reconocer a quienes hacen posible que millones de personas disfruten cada día de esta bebida: desde los productores que cultivan el grano hasta los baristas que lo convierten en experiencias únicas en cada taza.
Aunque Tabasco no se asocia comúnmente con tierras altas, la entidad ha logrado consolidar un lugar en el mapa cafetalero gracias a su café de alta calidad, cultivado en municipios como Cárdenas, Comalcalco, Cunduacán, Huimanguillo y Tacotalpa. Lo que distingue al café de Tabasco es su perfil sensorial: un aroma fuerte, sabor intenso y amargo, notas achocolatadas, matices frutales o amaderados, con una acidez ligera y un contenido alto en cafeína.
El secreto: Cafetales entre cacaotales
Lo que hace único es su convivencia con los cacaotales de la región este entorno le imprime un carácter achocolatado y un aroma singular, difícil de encontrar en otras zonas cafetaleras del país. No solo es una bebida energizante, un producto que refleja la biodiversidad y riqueza cultural de la región.
México en el mapa mundial del café
Nuestro país es uno de los principales productores de café en el mundo, con estados como Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Puebla y Guerrero a la cabeza. Sin embargo, el estado ha comenzado a ganar reconocimiento por la calidad de su grano y el impulso de productores que trabajan bajo esquemas sostenibles, lo que permite preservar la tierra y mejorar las condiciones de los caficultores.
El Día Internacional del Café busca generar conciencia sobre la importancia de garantizar condiciones justas para los agricultores y promover prácticas responsables que fortalezcan la economía local y cuiden el medio ambiente.
Una celebración global
En esta fecha cafeterías, marcas y cadenas internacionales ofrecen promociones, catas y descuentos especiales haciendo del 1 de octubre una fiesta global para los coffee lovers. Pero más allá de las ofertas, se trata de valorar el esfuerzo de quienes están detrás de cada taza, un recordatorio de que es mucho más que una bebida: es identidad, cultura y comunidad.
Cada sorbo es una invitación a disfrutar de los sabores, una combinación de historia, tradición agrícola y pasión por un producto que conecta a la región con el mundo.