Tabasco volvió a vibrar entre sabores, historia y tradición durante el 14° Festival del Chocolate 2025, y uno de los momentos más memorables fue la presentación de la reconocida Chef del Año México 2025, Lupita Vidal, quien llevó al público a un viaje sensorial con su ponencia “Agua y Humo: Cocinas de Tabasco”. Su mensaje, lleno de identidad y orgullo se convirtió en una invitación urgente a proteger, conocer y valorar la riqueza gastronómica de esta tierra tropical.






En un Salón Chocolate completamente lleno, la chef, propietaria de La Cevichería Tabasco y Salón Caimito, compartió historias que han forjado su trayectoria. Desde los primeros aprendizajes en la cocina tradicional hasta los retos que la llevaron a convertirse en un referente culinario nacional, expuso cómo la constancia, la disciplina y la pasión han sido sus ingredientes clave.
Durante su participación, destacó que la gastronomía tabasqueña es un retrato vivo del territorio: del cacao recién cortado, del agua que baja por los ríos, del humo del fogón que atraviesa generaciones. “Este lugar sabe a trópico, a humedad, a vida”, dijo, emocionando al público que la escuchaba con atención.
Lupita Vidal subrayó que la cocina no puede contarse sin la voz de quienes pertenecen a esta tierra. “Si no somos nosotros, quienes defendamos nuestra gastronomía, entonces, ¿quién?”, cuestionó, recordando que solo quien ha nacido entre cacao, agua y mosquitos puede describir la magia que habita este territorio fértil.
En su mensaje, hizo un llamado a recuperar el sentido de pertenencia. Explicó que uno no puede amar lo que no conoce, y por ello es indispensable que las nuevas generaciones valoren el origen de los productos, la memoria de los pueblos y la complejidad del trópico.
Señaló la importancia de contar con políticas públicas que protejan el patrimonio gastronómico y apoyen a quienes producen, cocinan e investigan. Desde el campo hasta los mercados, dijo, existe una cadena de manos sabias que han sostenido los saberes ancestrales de Tabasco.
Destacó que la gastronomía debe entenderse como un eje de identidad y de desarrollo económico. Para lograrlo, es necesario que los cocineros y cocineras locales trabajen comprometidos con el territorio, llevando a la mesa los productos que nacen en estas tierras.
Vidal insistió en que es momento de volver a comer Tabasco: de elegir ingredientes locales, de defender la cocina tradicional desde el fogón, desde la comunidad y desde el plato. La gastronomía, aseguró, es el primer frente para construir identidad y comunidad.
Su ponencia destacó la necesidad de que la academia reconozca el valor de las cocineras tradicionales, quienes han sido guardianas de conocimientos que forman parte esencial de la memoria colectiva del estado.
Entre aplausos, Lupita agradeció el espacio y celebró que el Festival del Chocolate siga siendo una plataforma para elevar la voz de quienes aman esta tierra. “Tabasco es hogar, es memoria, es futuro. Y está en nuestras manos honrarlo”, expresó.
El cierre de su participación dejó una reflexión profunda: la cocina no solo es alimento, identidad y resistencia. Y en el estado, esa identidad se escribe con agua, humo y cacao. El público despidió a la chef con ovaciones y muestras de cariño, reconociendo que su mensaje trascendió la cocina para convertirse en un llamado a defender lo propio.


