{test_event_code: TEST90250}

Tradición a la mesa: ¿Qué comen los tabasqueños en Navidad? Descubre sus platillos más icónicos

4 lectura mínima

La Navidad en Tabasco es una celebración que trasciende lo festivo para convertirse en un encuentro lleno de tradición, memoria y sabor. Cada diciembre, las cocinas del estado se llenan de aromas que evocan historias familiares y momentos compartidos, donde la comida se convierte en el puente que conecta a las generaciones.

Las fiestas decembrinas no solo implican reuniones: representan un ritual en el que la gastronomía es protagonista. Las familias se organizan desde días antes para preparar los platillos que marcarán el inicio de la Navidad, muchos de ellos transmitidos por abuelas y madres que guardan recetas con años de historia.

En Tabasco, la mesa adquiere un valor especial reunirse a comer es un acto de unión emocional y cultural que reafirma la importancia del patrimonio culinario del estado. Cada platillo es una expresión de cariño y esfuerzo, de identidad, pues rescata ingredientes propios de la región y técnicas que han sobrevivido al paso del tiempo.

El entorno natural del estado influye en las recetas navideñas rodeado de ríos, lagunas y tierras fértiles ofrece productos del mar y del campo que se integran a la perfección en los menús decembrinos. Esto convierte su gastronomía en una de las más variadas y representativas del sureste mexicano.

Entre los platillos más esperados de la temporada se encuentran los tamales, un infaltable en las mesas. La tradicional manea destaca por su masa mezclada con verduras frescas y su generoso relleno de carne, envuelta en hoja de plátanos, chanchamitos, pequeños y redondos son protagonistas y se preparan con masa fina y achiote.

Otro elemento esencial de la cena navideña es el pavo, que en Tabasco tiene preparaciones únicas. Del clásico pavo horneado, destacan recetas tradicionales como el pavo a la galantina o la variante hawaiana, ambas elaboradas en familia, donde cada integrante participa para que el resultado sea perfecto.

El pejelagarto símbolo culinario del estado aparece en las festividades, su versión asada, acompañada de tortillas hechas a mano y salsa de chiles frescos, es una de las más apreciadas. Sin embargo su versatilidad permite incluirlo en sopas o guisos que enriquecen la mesa navideña con sabores auténticos.

La parte dulce tiene su lugar especial durante estas fechas, la clásica ensalada de manzana, ya sea en su versión tradicional o con variaciones familiares, es imprescindible. La torta de elote o siszgua, preparada con queso, maíz tierno y manteca, aporta un toque artesanal que recuerda las raíces del estado.

De los platillos, las bebidas tradicionales como el pozol, chorote y polvillo acompañan la cena y completan la experiencia gastronómica navideña. Estas bebidas, profundamente arraigadas en la cultura son una muestra más del valor que se da a la tradición durante las fiestas.

Ad imageAd image

Celebrar la Navidad es adentrarse en un universo de sabores que fortalecen la identidad y el sentido de comunidad. Cada preparación es un homenaje a la tierra, a las familias y a la historia que sigue viva en cada plato que llega a la mesa.

La gastronomía es, sin duda, un tesoro que se mantiene vigente gracias a las costumbres familiares y al amor por las raíces. En cada hogar, los sabores tradicionales se convierten en recuerdos que perduran por generaciones.

Comparte este artículo