Villahermosa, Tabasco – En un movimiento que ha encendido la pasión del béisbol tabasqueño, los Olmecas de Tabasco anunciaron oficialmente la incorporación de Luis Enrique Cessa para la temporada 2026 de la Liga Mexicana de Beisbol. El experimentado lanzador derecho, quien destaco durante ocho temporadas en las Grandes Ligas, regresa a la tierra que lo vio crecer con la misión de fortalecer la rotación abridora del conjunto olmeca y devolverlo a los primeros planos de la LMB.
La adquisición de Cessa representa mucho más que un simple intercambio deportivo; es el retorno triunfal de un hijo pródigo que aprendió a lanzar en los campos polvorientos de Cárdenas y que ahora vuelve convertido en una figura de talla internacional. Los Olmecas cedieron los derechos de Shaun Anderson a los Sultanes de Monterrey para concretar esta operación que promete cambiar el rumbo de la franquicia en la próxima campaña.
Del diamante tabasqueño a los grandes escenarios
Nacido el 25 de abril de 1992 en Córdoba, Veracruz, encontró su verdadero hogar en Cárdenas, Tabasco, donde creció entre el aroma del cacao y la humedad característica del sureste mexicano. Fue precisamente en los campos tabasqueños donde el pequeño Luis descubrió su pasión por el béisbol, representando con orgullo a su estado adoptivo en numerosos torneos regionales y nacionales que forjarían su carácter competitivo.
Lo que muchos desconocen es que no comenzó su carrera como lanzador, originalmente firmado por los Mets de Nueva York como jugador de posición, el joven enfrentó una decisión crucial que definiría su futuro: cambiar el bate por la pelota y convertirse en serpentinero. Esta determinación tomada a temprana edad, resultaría ser la llave dorada que le abriría las puertas del mejor béisbol del mundo.
El sueño americano: Ocho temporadas en las mayores
En 2016, tras pasar a la organización de los legendarios Yankees de Nueva York, cumplió el sueño de todo pelotero: debutar en las Grandes Ligas. Ese año inaugural fue excepcional, quien participó en 17 encuentros, nueve de ellos como abridor, estableciendo una marca de 4 victorias y 4 derrotas, durante 70.1 entradas lanzadas, ponchó a 46 bateadores contrarios mientras otorgaba solamente 14 bases por bolas, demostrando desde el principio el control excepcional que caracterizaría su carrera.
Durante seis campañas, vistió el icónico uniforme a rayas de los «Bombarderos del Bronx«, consolidándose como una pieza valiosa en el sistema de pitcheo de una de las franquicias más prestigiosas del béisbol mundial. El Yankee Stadium, la «Casa que Ruth Construyó», fue testigo del desarrollo y maduración de un lanzador que llevaba a Tabasco en el corazón cada vez que subía al montículo.
Cincinnati y la consolidación profesional
En 2021, una nueva oportunidad tocó a la puerta cuando fue transferido a los Rojos de Cincinnati. Ese año, adaptándose a un nuevo rol desde el bullpen, se apuntó dos victorias cruciales que demostraron su versatilidad y capacidad de adaptación. La transición de los Yankees a Cincinnati representó un nuevo capítulo en su carrera, donde tuvo que reinventarse y demostrar su valor en un ambiente diferente.
La temporada 2022 marcó otro punto de inflexión en la carrera de Cessa ,regresó al rol de abridor en 10 juegos con los Rojos, mientras relevaba en diversos encuentros, acumulando 80.2 entradas de trabajo que reflejaban la confianza que el equipo depositaba en su brazo. Para 2023, consolidó su posición con 6 aperturas adicionales, continuando su evolución como lanzador completo capaz de cumplir cualquier rol que el equipo necesitara.
Números que hablan por sí solos
El balance de Luis en las Grandes Ligas es impresionante: ocho temporadas de experiencia al más alto nivel, 17 victorias acumuladas, 331 ponches recetados y 425 entradas lanzadas. Estas cifras no son simples estadísticas; representan años de dedicación, sacrificio y perseverancia en el escenario más competitivo del béisbol mundial. Cada entrada, cada ponche, cada victoria fue un paso más en la construcción de un legado que ahora regresa a casa.
Más allá de los números, desarrolló en las Mayores una madurez competitiva invaluable enfrentó a los mejores bateadores del planeta, aprendió a manejar la presión de los grandes estadios y perfeccionó su repertorio de lanzamientos. Esta experiencia es exactamente lo que los Olmecas necesitan para competir al más alto nivel en la LMB.
Yankees de Nueva York, Cincinnati Reds, Kansas City Royals, Tomateros de Culiacán, Sultanes de Monterrey y ahora Olmecas de Tabasco. Cada uniforme ha sido un capítulo en una carrera brillante, pero este último tiene un significado especial: es el uniforme de casa, el que representa la tierra que lo formó y que ahora lo recibe con los brazos abiertos. Porque hay historias que no se olvidan y destinos que siempre llaman de vuelta. ¡Bienvenido a casa! El diamante tabasqueño te espera para que sigas haciendo historia.
