En el corazón cultural de Villahermosa una extraordinaria colección escultórica mantiene viva la memoria de aquellos personajes únicos que tejieron la identidad de la ciudad durante el siglo XX. Esta obra maestra, creada por el reconocido artista Tabasqueño Gutemberg Rivero (1937-2005), captura la esencia de 20 figuras emblemáticas que marcaron la vida cotidiana de la capital Tabasqueña.
Rivero, cuyo talento artístico floreció desde su participación en el grupo Cuña en los años 50, inició este ambicioso proyecto en 1970, transformando recuerdos urbanos en arte tridimensional. Cada escultura inicialmente modelada en papel maché con meticuloso detalle fue posteriormente inmortalizada en bronce por el maestro Héctor Juárez, manteniendo la visión caricaturesca y el colorido distintivo de Rivero.
Entre los personajes inmortalizados destacan figuras entrañables como el Almirante Achirica, cuyas historias marineras cautivaron a los transeúntes; Juanita la pastelera quien endulzó las calles con sus tradicionales postres; y el legendario Duende, lanchero que dio nombre al famoso Paso del Duende en el río Grijalva cada pieza cuenta una historia única de la vida urbana villahermosina, desde María Garrido, la incansable lavandera, hasta los peculiares mormones predicadores que se volvieron parte del paisaje citadino.
La colección representa más que simples esculturas; son testimonios tangibles de una época dorada de Villahermosa. Trágicamente parte del legado documental del maestro Rivero, incluyendo valiosos recortes periodísticos y obras se perdieron durante la devastadora inundación de 2007 sin embargo estas 20 figuras en bronce permanecen como testimonio indeleble de su genio artístico y su profundo amor por la cultura popular Tabasqueña.