El agroturismo en México es una invitación a reconectar con la tierra a través de experiencias auténticas que combinan la riqueza agrícola con la cultura y la gastronomía local desde el café de Chiapas hasta la vainilla de Papantla, cada rincón ofrece una vivencia distinta. Pero es en Tabasco, cuna del cacao donde el chocolate cobra vida en haciendas como Jesús María, preservando tradiciones centenarias, también destacan el pulque artesanal en Tlaxcala y el contacto directo con la producción rural. Viajar así transforma: une sabor, historia y conciencia ambiental.




En un país tan diverso como México el agroturismo se ha convertido en una alternativa de viaje con propósito que va más allá del descanso: conecta a las personas con la tierra, los sabores originarios y las comunidades que cultivan nuestra identidad. Esta tendencia no solo impulsa las economías rurales, permite a los viajeros vivir la producción agrícola desde adentro.
Tabasco: tierra sagrada del cacao
En el corazón del sureste mexicano, se erige como la cuna del cacao con una producción anual que supera las 18 mil toneladas este estado es vital para entender el origen del chocolate. En lugares como la Hacienda Jesús María, el visitante descubre el proceso completo desde la recolección del fruto hasta la preparación del chocolate, todo bajo un enfoque sustentable esta experiencia sensorial y educativa revaloriza como epicentro cacaotero nacional.
Café de altura en Chiapas
La Finca Argovia, en la región del Soconusco ofrece una inmersión total entre montañas y cafetales. Allí además de recorrer senderos y talleres, se degusta café de especialidad en un entorno ecológico que equilibra tradición e innovación.
Vainilla viva en Veracruz
En Papantla, el Parque Ecológico Xanath protege el legado totonaca a través del cultivo de vainilla orgánica. Su producción respeta el entorno natural y cultural promoviendo el turismo consciente.
Pulque ancestral en Tlaxcala
La Hacienda Xochuca brinda una experiencia que empieza entre magueyes y termina en la mesa con una comida tradicional. Aquí, el pulque cuenta historias de resistencia y sabor.
El agroturismo no es solo una moda: es una forma de mirar el campo con nuevos ojos. En cada experiencia el visitante aprende, saborea y valora lo que nace de nuestra tierra.
Fuente: Food And Travel




