Rinden homenaje musical al destacado Ex Marchista Olímpico Domingo Colín Martínez

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En una emotiva ceremonia que conmovió a los asistentes, el Instituto Juárez fue testigo de la presentación del Himno de Marcha Olímpica dedicado al legendario atleta tabasqueño Domingo Colín Martínez, una composición musical que honra la extraordinaria trayectoria deportiva de quien fuera uno de los marchistas más destacados de México en la década de los 70 y 80.

El evento celebrado en el auditorio Lic. Manuel Sánchez Mármol, contó con la presencia de distinguidas autoridades como Salvador Manrique, Director de Cultura del estado, y Vanessa Hernández, representante del INJUDET (Instituto de la Juventud y el Deporte de Tabasco), quienes reconocieron la importancia histórica de este homenaje musical.

La obra musical: Un tributo merecido

El Himno de Marcha Olímpica fue compuesto por Francisco Elías García Utrilla, un talentoso músico que logró plasmar en notas musicales la grandeza deportiva y el espíritu indomable de Domingo Colín. La composición no solo celebra los logros deportivos del atleta, sirve como inspiración para las nuevas generaciones de deportistas tabasqueños.

Esta pieza musical representa un reconocimiento largamente esperado para quien llevó el nombre de Tabasco a lo más alto del podium internacional, convirtiéndose en una de las figuras más emblemáticas del atletismo mexicano durante la época dorada de la marcha atlética.

Domingo Colín Martínez: De humildes orígenes a la gloria internacional

Nació el 2 de agosto de 1952 en el seno de una familia numerosa de 8 hermanos, en condiciones económicas modestas que lo llevaron a completar únicamente hasta segundo de secundaria. Sin embargo, su determinación y talento natural lo catapultarían hacia el estrellato deportivo internacional.

Los primeros pasos en la Ciudad de México

El destino de Colín cambió radicalmente cuando llegó a la Ciudad de México y descubrió su pasión por la marcha atlética. Fue en el desaparecido CREA (Centro de Readaptación Social) donde comenzó a entrenar bajo la tutela del entrenador Juan Hernández, quien rápidamente identificó su potencial excepcional.

Fue precisamente Juan Hernández quien le presentó al profesor Santiago Nakazawa, encuentro que marcaría el inicio de su carrera profesional. Después de apenas un par de meses de entrenamiento, Nakazawa lo invitó a formar parte de la delegación de atletismo que competiría en Estados Unidos, aunque en esa primera incursión internacional no obtuvieron triunfos significativos.

El despertar de una estrella

La persistencia dio sus frutos al año siguiente cuando regresó a competir en suelo Estadounidense. En una actuación memorable, ganó la prueba de 5 kilómetros dejando en segundo lugar nada menos que a un campeón olímpico, hazaña que anunció al mundo la llegada de un nuevo talento mexicano.

La época dorada: El entrenamiento con Jerzy Hausleber

Entre 1971 y 1972, experimentó un punto de inflexión cuando el entrenador polaco Jerzy Hausleber lo invitó a formar parte de un grupo selecto de marchistas para entrenar en el Comité Olímpico Mexicano (COM). Esta oportunidad, considerada la aspiración máxima de cualquier deportista de la época marcó el inicio de lo que se conocería como la época dorada de la caminata mexicana.

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Bajo la dirección técnica de Hausleber, perfeccionó su técnica y desarrolló la resistencia que lo convertiría en uno de los marchistas más temidos a nivel internacional. El entrenamiento sistemático y científico implementado por el coach Polaco transformó no solo a Domingo, a toda una generación de marchistas mexicanos.

Montreal 1976

Previo a los Juegos Olímpicos de Montreal 1976, había adquirido fama internacional y, junto con Daniel Bautista, eran considerados los favoritos para ganar la medalla de oro en los 20 kilómetros marcha. La expectación era enorme, y México tenía puestas sus esperanzas en estos dos extraordinarios atletas.

Lamentablemente, el destino tenía otros planes en una decisión que sigue siendo controvertida hasta el día de hoy, fue descalificado durante la competencia, frustrando las aspiraciones olímpicas y de todo un país que esperaba verlo en el podium.

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La controversia de la descalificación

Años después, Colín Martínez expresó su convicción de que su descalificación fue injusta: «A mí me descalifican como en el kilómetro 18 cuando iba en segundo o tercer lugar. La marcha es de apreciación… voy a ser honesto: todos botamos, cuestión de segundos, pero botamos, la marcha es de apreciación».

Premio Nacional del Deporte (1977)

En 1977, recibió el Premio Nacional del Deporte por equipos, junto con Daniel Bautista, Raúl González, Pedro Aroche y Enrique Vera, reconocimiento que consolidó su estatus como uno de los mejores atletas de su generación.

Campeón Mundial y Recordista (1979)

En 1979, alcanzó la cima de su carrera al arrebatar el título mundial a Daniel Bautista e imponer un nuevo récord de 20 kilómetros en ruta en Noruega, demostrando que su talento trascendía las fronteras nacionales.

Moscú 1980: Otra controversia olímpica

Los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 representaron otra oportunidad para obtener la medalla olímpica que tanto anhelaba. Sin embargo en un hecho que quedó grabado en la memoria del deporte mexicano, tanto Daniel Bautista como él sufrieron la descalificación repitiendo el patrón de controversia que había marcado su carrera.

Al regresar a su tierra natal, buscó el apoyo del Gobierno estatal a través del entonces Director del Deporte Mario Valenzuela Pedrero para continuar su carrera deportiva. Le ofrecieron trabajar como entrenador, labor que desempeñó durante 15 a 20 años en diversas áreas, incluyendo su función como instructor.

Palmarés Internacional: Un legado de excelencia

Primeros lugares:

  • Gran Premio Noruega 1979
  • Copa Soviética 1980

Segundos lugares:

  • Copa Polonia 1976
  • Copa Lugano, Reino Unido 1977
  • Semana Internacional Jalapa, México 1978
  • Gran Premio Suecia 1978
  • III Semana Internacional Jalapa, México 1979

Otros logros destacados:

  • Tercer lugar Gran Premio Italia 1980
  • Sexto lugar Juegos Panamericanos Puerto Rico 1979

Legado y reconocimiento actual

Su legado trasciende los resultados deportivos una de las calles principales de Tabasco lleva su nombre, reconocimiento permanente a su contribución al deporte estatal y nacional. Su historia sirve como inspiración para las nuevas generaciones de atletas que buscan seguir sus pasos.

La presentación del Himno de Marcha Olímpica en su honor representa no solo un reconocimiento a su trayectoria deportiva, un recordatorio de que el talento y la dedicación pueden superar cualquier obstáculo, incluso las injusticias del destino.

Fuente: De Tabasco Soy

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