El pasado 13 de septiembre de 2025, el escenario del Conjunto Santander de Artes Escénicas en Zapopan, Jalisco, fue testigo de una noche histórica: la coronación de Fátima Bosch Fernández, originaria de Teapa, Tabasco, como Miss Universo México 2025. La tabasqueña no solo conquistó al jurado con su elegancia y seguridad, emocionó al público con un vestido que se convirtió en protagonista de la velada: una obra de arte creada por el diseñador Tapatío Trino Orozco, que fusiona tradición, identidad cultural y alta costura mexicana.
El poder del color y los símbolos en un vestido histórico
El vestido en tono azul turquesa con destellos dorados, deslumbró por su construcción minuciosa: miles de cristales bordados a mano que dieron vida a una pieza única, enriquecida con 11 piedras turquesas mate —siete al frente y cuatro en la parte posterior—, representando el 74 aniversario de Miss Universo, que se celebrará este año en Tailandia.
Pero más allá de su brillo, la pieza encierra un fuerte simbolismo cultural. El turquesa evoca el agua y la vida, elementos esenciales en la cosmovisión prehispánica, mientras que los destellos dorados remiten a la riqueza, la fuerza solar y el esplendor de las antiguas civilizaciones.
El rebozo: De Flor de Tabasco a las pasarelas del mundo
Uno de los detalles más significativos fue la inclusión del rebozo, prenda que acompañó a Fátima en sus inicios dentro de Flor de Tabasco. Trino Orozco lo reimaginó en una versión de alta costura, llevándolo a otra textura y escala, pero manteniendo su esencia como símbolo de identidad mexicana de esta manera el vestido no solo vistió a una reina, contó la historia de un pueblo que honra su cultura y la proyecta al mundo.
El talento detrás del diseño: Trino Orozco
El creador de esta joya de la moda, Trino Orozco, descubrió su vocación desde la infancia inspirado por sus cinco hermanas dedicadas a la costura. Desde muy joven comenzó a coser y a soñar con crear vestidos que resaltaran la belleza y esencia de las mujeres.
Con más de 12 años de trayectoria y una marca propia que impulsa desde hace 3 años, Orozco se ha posicionado como un referente de la alta costura en México. Su especialidad son los vestidos de gala y de novia, aunque su mayor pasión ha sido vestir a reinas de belleza.
Su estilo se caracteriza por el uso de piedras, brillos que transforman cada prenda en una pieza irrepetible además su talento ha trascendido fronteras: ha vestido a Sheynnis Palacios, Miss Universo 2023 y primera Nicaragüense en obtener la corona universal, y a Victoria Kjær Theilvig, actual Miss Universo. Hoy al vestir a Fátima Bosch, refuerza su lugar como uno de los diseñadores más destacados de la escena internacional.
Orgullo tabasqueño que trasciende fronteras
El triunfo no es solo personal, colectivo: representa a Tabasco y a México en una de las plataformas más importantes de la belleza mundial. Con su vestido, llevó un pedazo de su tierra, de su historia y de sus raíces demostrando que la moda puede ser también un relato cultural y un homenaje a las tradiciones.
Detrás de cada cristal, de cada piedra turquesa y de cada puntada bordada a mano se encuentra el trabajo de artesanos mexicanos que unieron su talento para que la elegancia de la reina brillara con fuerza. Así, el vestido se convierte en un testimonio de cómo el arte textil, la alta costura y la identidad se entrelazan para conquistar escenarios internacionales.
La historia de su vestido firmado por Trino Orozco es más que moda: es un orgullo tabasqueño que inspira y coloca a México en el centro de la elegancia mundial.