Hace siete décadas, un hecho marcó el inicio de una de las tradiciones más emblemáticas del estado de Tabasco: la coronación de la primera Flor Tabasco, título que recayó en la joven Macuspanense Eloísa Solórzano González, quien se convirtió en símbolo de elegancia, cultura y amor por la tierra tabasqueña.






El 7 de octubre de 1955, durante el segundo Baile de las Estrellas organizado por el Club Bugambilia, el entonces gobernador del estado, General Miguel Orrico de los Llanos, impuso a Eloísa la banda de Flor más Bella y un prendedor de oro, reconociendo no solo su belleza, su carisma y representación digna del municipio de Macuspana. Meses más tarde, en abril de 1956, fue invitada a inaugurar la Exposición Regional Agrícola, Ganadera e Industrial, evento que más tarde se transformaría en la actual Feria Tabasco, consolidando así una de las tradiciones más queridas de la entidad.
Este 2025, Macuspana celebró con orgullo el 70 aniversario de aquella histórica coronación, en un emotivo homenaje realizado en el Centro Cultural Siglo XXI. Durante el evento se rindió tributo, quien con su legado dio vida a una celebración que ha visto desfilar a más de mil embajadoras a lo largo de los años.
Entre recuerdos, flores y aplausos se destacó el valor cultural y social que la figura de la Flor Tabasco ha tenido para la identidad del estado. Representantes de distintos municipios, portadoras del título en distintas décadas, se unieron para reconocer la trayectoria de esta tradición que ha trascendido generaciones.
Las Flores Tabasco presentes en este aniversario fueron: Eloísa Solórzano (Macuspana, 1956), Patricia Vela (Tenosique, 1986), Gloria María Morales Madrigal (Jalpa de Méndez, 2010), Julieta Campos Jiménez (Nacajuca, 2016) y María Fernanda Palma Miramontes (Balancán, 2025), símbolo de la continuidad de esta historia que florece año con año.
Durante el homenaje, se presentó el vestido original que lució en 1955, modelado por Erika Ximena Ramírez Aranda, embajadora de Macuspana 2023, recordando la elegancia de aquella primera noche que sembró las raíces de una tradición que hoy enorgullece al estado.
La conmemoración no solo evocó la belleza de las participantes, los valores que representan: trabajo, empatía, orgullo y amor por las raíces. En palabras de las integrantes del colectivo Tratado de las Flores, este legado trasciende el tiempo y continúa inspirando a nuevas generaciones a representar con dignidad y alegría a sus municipios.
A 70 años de distancia, la historia de Eloísa Solórzano González sigue viva en el corazón de los tabasqueños, recordando que la Flor Tabasco no solo es un símbolo de belleza, de identidad, unidad y orgullo cultural.

