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Descubre el paraíso Olmeca: Parque Museo La Venta, joya ancestral de Tabasco que debes visitar

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En el corazón de Villahermosa se esconde un tesoro arqueológico y natural que transporta a sus visitantes tres milenios atrás: el Parque Museo La Venta. Este espacio el mayor museo al aire libre de América Latina celebra 67 años preservando la herencia de nuestra imponente cultura Olmeca en un entorno que fusiona historia, naturaleza y arte de manera magistral.

Un museo vivo: Historia tallada en piedra

Distribuidas en seis hectáreas que recrean fielmente el paisaje selvático original, 33 piezas arqueológicas olmecas incluyendo las majestuosas Cabezas Colosales narran silenciosamente la grandeza de la «cultura madre» mesoamericana. Estos monolitos de hasta 20 toneladas rescatados de su ubicación original en Huimanguillo para protegerlos de la explotación petrolera representan uno de los mayores logros artísticos y tecnológicos de la civilización precolombina.

El genio del poeta Carlos Pellicer Cámara transformó este espacio en «un poema de siete hectáreas con versos milenarios y encuadernado en misterio», como él mismo lo describió en una carta al escritor Alfonso Reyes. Cada pieza fue meticulosamente colocada para dialogar con la naturaleza circundante creando una experiencia inmersiva única.

Iniciativa del gobierno: Cultura accesible para todos

Por decreto del Gobierno del Pueblo, encabezado por Javier May Rodríguez, todos los martes del 2025 la entrada al recinto es completamente gratuita. Esta medida busca democratizar el acceso a nuestro patrimonio cultural permitiendo que visitantes locales, nacionales e internacionales puedan admirar nuestras raíces tabasqueñas sin barreras económicas.

El responsable técnico José Guadalupe Hernández de la Cruz señala que la afluencia es notable como lo demuestran los 1,800 visitantes que celebraron gratuitamente el aniversario del museo el pasado 4 de marzo.

Un santuario natural en medio de la ciudad

Más allá de su valor arqueológico el Parque Museo La Venta funciona como un pulmón verde en plena metrópoli y como reserva de vida silvestre. A orillas de la Laguna de Las Ilusiones los visitantes pueden admirar jaguares como Bruno y Sombra (animal venerado como deidad por los olmecas) el impresionante cocodrilo Titán de cuatro metros, coloridos tucanes, pavorreales y hasta interactuar con boas constrictoras bajo supervisión.

La biodiversidad del parque incluye además árboles nativos como guanos redondos, cacao, huapaque, cedro, palo mulato, ceibas y hule además de fauna silvestre como monos saraguatos, armadillos y ocasionalmente osos hormigueros.

Legado intergeneracional

No solo preserva la historia antigua, que crea nuevas memorias familiares don Manuel Antonio González nativo de la colonia Gaviotas resume perfectamente este círculo virtuoso: «Mi papá me traía cuando yo era niño… quería decirme que la cultura es importante, trasciende y debemos trasmitirla de generación a generación; él me la enseñó a mí y yo a mis hijos. Espero que también ellos algún día hagan lo mismo.»

Más allá de las cabezas colosales

Lo que muchos visitantes desconocen es la riqueza simbólica que encierran las piezas olmecas las famosas cabezas que se cree representan a gobernantes importantes chamanes o deidades exhiben elaborados tocados que indican su alto rango. Entre las 33 piezas monumentales solo dos representan figuras femeninas: «La Abuela» y «La Diosa Joven», testimonios de la importancia de las mujeres en la cosmogonía olmeca.

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La cultura olmeca floreciente entre 1500 y 400 a.C., fue pionera en múltiples aspectos: desarrolló el primer sistema de escritura mesoamericano estableció complejos patrones urbanos con centros ceremoniales planificado y creó un sofisticado sistema de comercio que abarcaba desde el actual Guerrero hasta El Salvador. Su legado influyó profundamente en todas las civilizaciones mesoamericanas posteriores incluyendo mayas y aztecas.

Si planeas visitar Tabasco no puedes perderte esta experiencia donde historia y naturaleza convergen para crear un espacio mágico que ha cautivado a generaciones de visitantes durante más de seis décadas.

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