Entre aromas de leña, maíz, hierbas frescas y tradición viva, Nacajuca fue escenario de una jornada inolvidable este fin de semana con la celebración del 1er Concurso de Comida Tradicional, una iniciativa que reunió lo mejor de la gastronomía indígena del estado de Tabasco. El evento impulsado por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y el colectivo El Olor a Fogón que celebró su primer aniversario–, rindió tributo a las cocineras y cocineros tradicionales que mantienen encendida la llama de nuestros sabores ancestrales.




El evento no solo fue un concurso culinario, una auténtica celebración cultural que reafirmó la identidad y el orgullo de las comunidades chontales. Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la degustación del uliche, platillo emblemático de Nacajuca hecho a base de carne, maíz y especias autóctonas cocinado de manera tradicional el uliche no solo cautivó a los presentes por su sabor intenso y textura suave, se convirtió en símbolo de resistencia y de vínculo con las raíces.
Cocineras tradicionales participaron, compartiendo sus recetas con orgullo muchas de ellas transmitidas de generación en generación. “Mi abuela me enseñó a preparar el uliche desde niña. Cocinarlo me conecta con mi historia y con mi pueblo”, compartió una de las participantes conmovida estas guardianas del sabor recibieron reconocimientos por su talento, entrega y por mantener vivas las técnicas ancestrales.
El evento también generó un espacio de reflexión sobre la importancia de preservar el patrimonio culinario frente a los desafíos de la modernidad. La gastronomía tradicional no solo es un recurso turístico o cultural, una herramienta vital para reforzar la identidad, la autosuficiencia alimentaria y el tejido social de los pueblos originarios.
Desde los fogones de Nacajuca este concurso se posiciona como un referente de cómo el acto de cocinar puede ser también un acto de resistencia, de amor por la tierra y de defensa de la memoria colectiva. En palabras de los organizadores: “Mientras haya fuego, maíz y comunidad, nuestra cultura seguirá viva”.
Con este tipo de eventos Tabasco refuerza su compromiso con la promoción de su diversidad cultural, el reconocimiento de los saberes indígenas y la difusión de la cocina como una forma de arte e identidad.



