Tabasco guarda un tesoro ancestral que lo coloca como la cuna del chocolate auténtico: el cacao criollo Grijalva. Y es precisamente en Comalcalco, municipio rodeado de historia, ríos y selva, donde nace la Ruta del Cacao al Chocolate, una experiencia única que combina arqueología, cultura, tradición y sabor.
Este recorrido agroturístico ofrece un viaje al pasado maya y al presente de las haciendas chocolateras, donde el visitante puede ver, tocar, oler y saborear todo el proceso del cacao: desde la semilla hasta la barra de chocolate artesanal.
Primera parada: Comalcalco
El viaje inicia en la zona arqueológica de Comalcalco única en Mesoamérica por estar construida con ladrillos de barro cocido, cal y conchas de ostión. Aquí, los antiguos mayas chontales no solo levantaron templos y plazas convirtieron el cacao en el centro de su vida económica, religiosa y cultural.
Entre vestigios y esculturas del museo de sitio, el visitante descubre vasijas, glifos y figurillas que muestran la conexión espiritual de los mayas con el cacao usado en ceremonias, rituales medicinales y como símbolo de estatus.
Segunda parada: Hacienda Jesús María, corazón vivo del cacao criollo
A unos kilómetros de la zona arqueológica se encuentra la emblemática Hacienda Jesús María, una finca activa donde aún se cultiva, procesa y transforma el cacao bajo métodos tradicionales. Recorriendo sus plantaciones, el guía don Florencio Sánchez, heredero de una larga tradición chocolatera, enseña a los visitantes cómo el cacao requiere crecer bajo la sombra de árboles frutales, y cómo cada fruto tarda al menos cinco meses en madurar.
Aquí se produce el reconocido cacao criollo almendra blanca apreciado por su aroma suave, notas afrutadas y 20 % más manteca de cacao lo que lo convierte en una base ideal para chocolates finos y saludables.
Durante el recorrido, los visitantes pueden participar en cada paso:
- Recolección y apertura del fruto
- Fermentación del mucílago
- Secado al sol
- Tostado tradicional sobre comal de barro
- Descascarillado y molienda a mano
Cacep: El chocolate que nace del alma tabasqueña
En la fábrica de la hacienda se elabora la marca Cacep, un chocolate 100 % tabasqueño que se ofrece en múltiples formas:
- Amargo, semiamargo y blanco
- En polvo para bebidas
- En tabletas para mesa
- Rellenos de sabores naturales
Casa del Campesino y cocina de humo: Una inmersión al pasado
La visita culmina en la Casa del Campesino, una recreación fiel de la vivienda tradicional de los productores de cacao. Allí se aprende sobre la vestimenta, herramientas y costumbres de los antiguos trabajadores del campo.
En la cocina de humo uno de los espacios más llamativos del recorrido, los visitantes pueden tostar, moler y preparar su propio chocolate con ingredientes recolectados en el entorno, como flores y hojas aromáticas. Una experiencia sensorial que conecta con el alma de Tabasco.
Turismo con impacto cultural y económico
La Ruta del Cacao no solo es un atractivo turístico, una herramienta de desarrollo para comunidades rurales y productores que preservan técnicas ancestrales y ofrecen productos de calidad internacional. Tabasco ha sido reconocido por su liderazgo en agroturismo y por su esfuerzo en rescatar variedades de cacao nativo como el criollo Grijalva, posicionándolo en ferias gastronómicas y concursos chocolateros a nivel global.
Visitar la Ruta del Cacao en Tabasco es mucho más que hacer turismo. Es una inmersión profunda en una cultura milenaria, un acercamiento íntimo a la tierra y al trabajo artesanal que convierte una semilla sagrada en una delicia global.





