Enclavado entre las montañas verdes del sur de Tabasco, en el municipio de Tacotalpa se encuentra un sitio que conecta con siglos de historia, espiritualidad y resistencia cultural: el Museo de la Sierra de Oxolotán. Más que un museo, este espacio es un testimonio vivo del pasado colonial de México y de la riqueza espiritual de la región.


Un museo con historia propia
El museo está instalado en lo que fue el Convento de Santo Domingo de Guzmán, una imponente construcción de piedra de río iniciada por frailes franciscanos en el siglo XVI y posteriormente administrada por la orden dominica. Durante el Virreinato, Oxolotán fue el centro evangelizador más importante de Tabasco, irradiando influencia religiosa, económica y cultural.
Aunque muchas iglesias fueron destruidas durante el movimiento anticlerical promovido por el gobernador Tomás Garrido Canabal entre 1928 y 1936, el convento logró salvarse no obstante fue desmantelado y usado como cuartel militar y escuela afortunadamente, en 1979 comenzaron los trabajos de restauración y en 1988 reabrió sus puertas como museo.
Tesoros virreinales entre muros centenarios
Caminar por las salas del Museo de la Sierra es descubrir fragmentos de un pasado lleno de simbolismo la colección incluye esculturas religiosas del siglo XVIII talladas en madera estofada, óleos sobre tela de los siglos XVII al XIX, columnas salomónicas de antiguos retablos y fragmentos arquitectónicos del templo original. Todo está dispuesto en un entorno que por sí mismo, constituye una de las piezas clave del museo.
La sede conserva once crujías originales, mechinales en sus muros que indican la existencia de una segunda planta y una distribución pensada para albergar una gran cúpula en su ábside, que nunca llegó a construirse. Hoy una techumbre moderna protege la estructura, permitiendo su uso litúrgico y cultural.
Entre arte, fe y naturaleza
La colección está organizada en cuatro salas: tres permanentes y una para exposiciones temporales en ellas se exhiben óleos de la Virgen de Guadalupe y de Santiago Apóstol, esculturas policromadas y elementos de retablos coloniales. La sala temporal ha albergado muestras contemporáneas, como los trabajos de conservación del centro histórico de Villahermosa.
Más allá de las piezas lo que hace único es su integración con la comunidad y el entorno natural. Oxolotán nombre náhuatl que significa “lugar de los jaguares enormes”es un pueblo donde el sincretismo y la historia siguen latiendo. Cada sexto viernes de Cuaresma, los fieles se reúnen en el templo para venerar una antigua escultura de Cristo, reafirmando el vínculo entre el pasado y el presente.
Patrimonio vivo en el sur de Tabasco
No es solo un recorrido por el arte sacro o la historia virreinal; es una experiencia de conexión con las raíces más profundas de Tabasco. Es una oportunidad para explorar una región poco conocida, pero rica en cultura, arquitectura y tradiciones.
Para los amantes del turismo cultural, la historia de México, y las experiencias fuera del circuito convencional, representa un destino imprescindible. Su belleza, autenticidad y valor patrimonial lo convierten en un tesoro del sur del país.




