El chanchamito, cuyo nombre proviene del maya chan (“pequeño”), es un tamal tradicional de Tabasco que también se disfruta en Veracruz, Yucatán y Campeche. Su singular forma ovalada o circular, parecida a una pequeña pelota encierra siglos de historia culinaria y un sabor que lo distingue entre los tamales mexicanos.
Ingredientes que cuentan historias
En su receta tradicional la masa de maíz se mezcla con manteca de cerdo y se rellena con carne de cerdo desmenuzada, aderezada con achiote, chile ancho, epazote y cebolla, lo que le da un característico tono rojizo y un aroma irresistible. En Yucatán y Campeche, se prepara con carne de cerdo y pollo en salsa kool, mientras que en Veracruz se conocen como “chanchanes” y se rellenan con mole regional.
Una tradición que perdura
Desde la época prehispánica los tamales fueron alimentos ceremoniales, ofrecidos a los dioses y compartidos en festividades para agradecer la fertilidad de la tierra. Hoy el chanchamito forma parte de celebraciones como el Día de la Candelaria y ha ganado notoriedad nacional gracias a menciones del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, reforzando su valor cultural.
Cómo se elabora el chanchamito perfecto
La preparación comienza asando hojas de plátano y amasando maíz con manteca hasta obtener una textura suave. El relleno bien sazonado, se envuelve cuidadosamente en la hoja, se ata por ambos extremos y se cuece al vapor durante una hora el resultado es un bocado jugoso, lleno de aroma y tradición.
Sabor con identidad
Aunque es un alimento rico en nutrientes, su contenido en grasa invita a consumirlo con moderación. Ideal para acompañar con café de olla o chocolate tabasqueño no solo alimenta el cuerpo, también el alma, recordando la historia y el orgullo de la gastronomía del sureste.



