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La ceiba: Árbol sagrado que une el pasado y el presente en Villahermosa

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En el corazón de Villahermosa la ceiba sigue siendo un símbolo de conexión entre la historia, la naturaleza y la cultura. Este majestuoso árbol que puede alcanzar hasta 40 metros de altura no solo embellece el paisaje urbano de la capital tabasqueña, que también resguarda en su frondosa copa y profundas raíces un significado ancestral que trasciende generaciones.

Desde tiempos prehispánicos los mayas consideraban a la ceiba como un «axis mundi», el eje que conectaba el inframundo, la tierra y el cielo. En su cosmovisión representaba la vida misma y era el punto de encuentro entre los dioses y los hombres hoy su presencia en Tabasco sigue siendo testimonio de la riqueza natural y cultural del estado.

Un espectáculo natural en la primavera Tabasqueña

Durante la primavera Villahermosa se viste de colores con la diversidad de árboles que adornan la ciudad. A la par de los guayacanes de flores amarillas, los framboyanes de tonos rojizos y los macuilís de flores lilas la ceiba resalta por su imponente tamaño y por la historia que lleva consigo.

Los frutos miden entre 15 y 18 centímetros y contienen en su interior una fibra lanuda utilizada en textiles así como semillas oscuras con propiedades aromáticas. A pesar de su apariencia robusta su tronco cubierto de espinas la hace un árbol de difícil acceso lo que refuerza su misticismo y simbolismo.

Un legado ancestral que persiste

En la historia ha sido inspiración para poetas, refugio para viajeros y escenario de leyendas. Ha estado presente en los mitos de la creación siendo el lugar donde los dioses dieron origen a la humanidad.

Según la tradición maya era el centro del universo y los cuatro puntos cardinales estaban representados por cuatro árboles de ceiba cada uno con un color distinto. En la cultura Yokot’an está vinculada a la creación de su pueblo y sigue siendo un símbolo de identidad en muchas comunidades indígenas.

Más que un árbol: Usos medicinales y gastronómicos

Además de su valor simbólico ha sido utilizada con distintos fines medicinales y gastronómicos. Entre sus propiedades destacan:

Corteza: utilizada para tratar el reumatismo, inflamaciones y enfermedades intestinales.
Semillas: pueden consumirse tostadas o cocidas y también se extrae de ellas un aceite de gran valor.
Fibra lanuda: empleada en la fabricación de textiles y otros productos artesanales.

Incluso en la actualidad comunidades indígenas de Tabasco siguen aprovechando los beneficios de este árbol milenario ya sea para uso curativo o como un referente de su herencia cultural.

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No solo ha sido un símbolo sagrado para los pueblos indígenas también ha estado presente en momentos clave de la historia de Tabasco y México.

En la conquista Hernán Cortés profanó una gran ceiba en Centla tras la derrota de los chontales en 1519 siglos después continuó siendo un punto de encuentro para la sociedad. En la época del gobernador Tomás Garrido Canabal se creó un mirador en una ceiba para desafiar las creencias indígenas de que en sus ramas habitaban los dioses.

Además ha inspirado a artistas y escritores el poeta tabasqueño Carlos Pellicer Cámara lo menciona en sus obras y el escultor Ventura Marín Azcuaga plasmó su esencia en la escultura “Mujer Ceiba”, que hoy engalana la Laguna de las Ilusiones en Villahermosa.

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En comunidades como Centla, Nacajuca y Tamulté los habitantes aún cuentan historias sobre la ceiba y sus guardianes espirituales como los Yumká (duendes) y la Xtabay una mujer espectral que según la leyenda aparece bajo estos árboles para hechizar a los hombres desprevenidos.

Un símbolo que perdura en el tiempo

No es solo un árbol; es un ícono de identidad, historia y espiritualidad desde su significado sagrado en la cultura maya hasta su impacto en la historia. Nos recuerda la importancia de preservar nuestras raíces y valorar el legado natural que nos rodea.

Que la ceiba siga en pie, como un faro de historia y un vínculo con nuestro pasado.

Fuente De Tabasco Soy

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