La Semana Santa en Tabasco no fue solo una pausa espiritual, una vibrante manifestación de identidad, cultura y tradición. Más de 10 mil personas visitaron los museos, centros culturales y galerías administrados por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado demostrando que el arte y el conocimiento son parte esencial del turismo y la vida local esta cifra histórica confirma que los espacios culturales no solo educan, que unen generaciones y construyen comunidad con actividades gratuitas y abiertas para todos.
El ícono cultural más visitado fue el Parque Museo La Venta, donde las majestuosas cabezas olmecas y esculturas milenarias ofrecieron a los visitantes una inmersión directa al esplendor precolombino. Entre vegetación tropical y senderos arqueológicos el parque se transformó en un aula al aire libre donde grandes y chicos redescubrieron el legado olmeca. Además el zoológico del parque con especies emblemáticas como el jaguar Bruno encantó a los más pequeños y fortaleció el sentido de conservación ambiental.
Otro punto de gran convocatoria fue el Museo de Historia Natural “José Narciso Rovirosa Andrade”, un espacio donde ciencia, naturaleza y educación convergen para inspirar conciencia ecológica. Las exposiciones interactivas y modelos de ecosistemas locales invitaron a las familias a conocer y valorar la riqueza natural de Tabasco convirtiéndose en un paseo educativo ideal para todas las edades durante los días de descanso.
El viaje por el conocimiento continuó en el Planetario Tabasco 2000 con su innovadora mega pantalla y experiencias sensoriales del universo. Desde documentales astronómicos hasta juegos interactivos este recinto logró conectar a visitantes con el cosmos de una manera cercana y emocionante fue uno de los lugares favoritos para quienes buscaban combinar diversión con ciencia.
El Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara” reafirmó su papel como guardián de las raíces mesoamericanas al mostrar una valiosa colección de más de 600 piezas arqueológicas. Este museo es una cápsula del tiempo donde la historia cobra vida y se convierte en relato compartido resaltando la identidad pluricultural que define a Tabasco.
En el corazón de Villahermosa el Museo de Historia de Tabasco “La Casa de los Azulejos” narró la evolución política y social del estado con una mezcla de vitrinas históricas y arquitectura del siglo XIX. Este sitio permitió a los visitantes adentrarse en la vida pública los movimientos sociales y las figuras emblemáticas que marcaron el rumbo de la entidad.
El toque folklórico lo dio el Museo de Cultura Popular “Ángel Enrique Gil Hermida”, donde lo cotidiano se convirtió en patrimonio: Trajes típicos, instrumentos, rituales y celebraciones resaltaron la riqueza de las tradiciones tabasqueñas cada objeto expuesto hablaba de una comunidad viva, orgullosa de su historia y expresiones culturales.
Uno de los más recientes atractivos fue el Museo Regional La Cacaotera que en apenas un mes de haberse inaugurado se colocó como uno de los favoritos. Este espacio rinde tributo al cacao tabasqueño destacando su origen, proceso artesanal y simbolismo cultural aquí el chocolate no solo se degusta, se vive: en los aromas, las texturas y las historias que lo acompañan.
Finalmente el Centro Cultural Quinta Grijalva rodeado de jardines y con una arquitectura encantadora ofreció cine al aire libre actividades artísticas y presentaciones escénicas que enriquecieron aún más la oferta cultural de la temporada. Fue un punto de encuentro perfecto para convivir en familia y disfrutar del arte en un ambiente relajado.
Esta Semana Santa quedó claro: En Tabasco la cultura no descansa por el contrario florece el Gobierno del Pueblo reafirma con estos resultados su compromiso de garantizar acceso libre cercano y digno al arte y la historia. Porque en cada museo, en cada sala, en cada obra se construye el futuro cultural.
