En el marco del octavo día de actividades de la Feria Tabasco 2025, el gobernador Javier May Rodríguez inauguró los pabellones de los municipios de Paraíso y Tacotalpa, que cautivaron al público con una muestra vibrante de cultura, gastronomía y tradiciones arraigadas.
La visita a ambos stands fue mucho más que un recorrido turístico: Fue un homenaje viviente a la identidad tabasqueña. Con énfasis en las cinco regiones de Paraíso y en la majestuosa cestería de Tacotalpa se celebró lo más auténtico del pueblo desde los sabores hasta las manos que tejen historia.
Paraíso: Cinco regiones, un solo corazón tropical
El pabellón de Paraíso fue una experiencia multisensorial diseñada por el maestro Enrique Oyosa, ganador del segundo lugar en carros alegóricos y recibió al mandatario junto con el alcalde Alfonso Baca Sevilla, la embajadora Aylín Pérez Oyosa y el ramillete de flores. El stand destacó las cinco regiones con encanto natural y riqueza cultural: desde la laguna La Encantada hogar del mítico lagarto Papillón hasta la región del coco en Moctezuma donde doña Elvira Mendoza obsequió al gobernador aceites derivados de palma.
Pasando por la pesca en Nicolás Bravo y los ostiones ahumados enlatados de Puerto Ceiba hasta culminar en el centro del municipio representado con la antigua fuente de los caballitos de mar cada rincón evocó orgullo y pertenencia. El recorrido fue acompañado por el grupo de tamborileros E’ ek’ ya’ ax, y la gastronomía fue protagonista con ceviche, posta de mojarra y sabores típicos de la costa.
Tacotalpa: Corazón de mimbre y arte en cada fibra
En el pabellón de Tacotalpa el presidente municipal Ricki Arcos Pérez y la embajadora Martha Yohana García Cruz recibieron al gobernador con una muestra que exaltó la cestería la elaboración artesanal y el alma serrana de Tapijulapa, pueblo mágico. Allí el mandatario fue obsequiado con un rompope de nuez de la reconocida marca Torres Mar, elaborado por doña Martha Elena Torres de la Cruz.
El momento más emotivo fue el encuentro con el maestro artesano Crisanto Javier Solís Martínez, experto en la creación de muebles con fibra de motusay quien fue más tarde reconocido como personaje distinguido de Tacotalpa por su legado y talento.
La cocina Tacotalpense también dejó huella: el público y el gobernador disfrutaron de un pishul de pibil, platanitos rellenos, pastelitos de Santa Rosa, chanchamitos y otras delicias preparadas por cocineras tradicionales que incluso han llegado hasta el Vaticano.
Una noche para celebrar el alma
La jornada concluyó con una velada especial en el Foro La Cultural, donde el gobernador Javier May Rodríguez entregó reconocimientos a Trinidad Santos Magaña pintor Paraíseño con talento autodidacta y pasión por el arte público y a Crisanto Javier Solís por su obra artesanal que ha cruzado generaciones ambos fueron ovacionados como símbolos vivientes del arte popular.
Frente al Teatro del Pueblo el cielo fue atravesado por los voladores de Papantla encabezados por Crisanto de León Salazar, quien colgado del asta de 35 metros invocó con su tambor y carrizo los cuatro elementos en un espectáculo que se repite seis veces al día durante la feria.
La celebración continuó con bailes regionales a cargo de los ballets juveniles de Paraíso que interpretaron valses, chotis y polkas y con la actuación del ballet folclórico Teponaztli de Tacotalpa y su marimba Semillero que ofrecieron estampas tradicionales sobre las mayordomías y festividades religiosas del pueblo.
El gran cierre llegó con la contagiosa energía de Chemaney quien puso a todos de pie al ritmo del “¡vueltecita, cadereo!” en una auténtica noche de fiesta popular.
