{test_event_code: TEST90250}

El eterno «Hagan una bulla»: A 24 años del adiós de Karmito, el Brujo que conquistó corazones Tabasqueños

4 lectura mínima

Cada vez que suena «Mango Manila» en una fiesta tabasqueña, miles de voces gritan al unísono «¡Hagan una bulla!» como si Karmito estuviera ahí, con su inconfundible sonrisa y su energía contagiosa. Han pasado 24 años desde que el 8 de julio de 2001 se apagó la voz de quien fuera conocido como «El Brujo del Trópico», pero su magia musical sigue encendiendo las pistas de baile en todo el sureste mexicano.

De Macultepec al estrellato nacional

José del Carmen García León nació un 16 de julio de 1949 en Villa Macultepec, un pequeño poblado en Tabasco donde la música corría por sus venas como herencia familiar. Su nombre, inspirado en la festividad de la Virgen del Carmen, pareció ser una premonición de la devoción que despertaría entre sus seguidores.

La historia de Karmito es la de un sueño perseguido con pasión en 1968, apenas con 19 años, formó «Los Supremos» y grabó su primer disco «Fiebre Tabasqueña», estableciendo desde temprano su conexión visceral con la identidad musical de su tierra natal.

El momento que cambió todo

El año 1983 marcó un antes y un después en su carrera «Mango Manila» no fue solo una canción, el himno que lo catapultó a la fama nacional e internacional. Este tema, con su ritmo pegajoso y su letra que celebraba la alegría tropical, abrió las puertas de la televisión y los escenarios más importantes del país.

La personalidad carismática y su capacidad para conectarse con el público lo convirtió en un fenómeno mediático. Su famoso grito «¡Hagan una bulla!» se transformó en el sello distintivo que identificaba no solo sus presentaciones, la esencia misma de la fiesta tabasqueña.}

Un legado que trasciende generaciones

Aunque falleció en la madrugada del 8 de julio de 2001, su influencia en la música tropical mexicana perdura. Su hijo, Karmito Jr., ha tomado la antorcha familiar, manteniendo vivo el estilo y la pasión que caracterizaron a su padre.

El impacto cultural de «El Brujo del Trópico» trasciende lo musical en el parque de El Jícaro, en la colonia Nueva Villahermosa, un busto inmortaliza su memoria. Cada año en fechas especiales, familiares, amigos y seguidores se congregan para honrar su legado con bailes y presentaciones de sus éxitos más emblemáticos.

La música tropical Tabasqueña: Un patrimonio vivo

No fue solo un intérprete; Fue un embajador cultural que llevó la alegría y el ritmo a rincones lejanos. Su música capturó la esencia festiva de un pueblo que encuentra en la música tropical una forma de celebrar la vida, incluso en los momentos más difíciles.

La influencia se extiende más allá de las fronteras estatales sus canciones siguen siendo reproducidas en festivales, bodas y celebraciones a lo largo de México y Centroamérica, demostrando que la música auténtica no conoce barreras geográficas ni temporales.

Ad imageAd image

Comparte este artículo