El maestro Gonzalo Rodríguez Gerónimo es distinguido con mención honorífica en concurso nacional y su «Cesto goch» se exhibe en el recinto cultural más prestigioso de México
El talento artesanal de Tabasco destaca una vez más en el escenario nacional. Gonzalo Rodríguez Gerónimo, originario de la comunidad indígena Yokot’an de Tapotzingo, Nacajuca, ha sido distinguido con mención honorífica en la XII Edición del Concurso Nacional «Grandes Maestras y Maestros del Patrimonio Artesanal de México 2025», convocado por el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART).
Su pieza ganadora denominada «Cesto goch», elaborada con varita de palma y tejida con la ancestral técnica de doble nudo fino, se exhibe actualmente en el Palacio de Bellas Artes, uno de los recintos culturales más emblemáticos del país, donde las obras de los maestros artesanos comparten espacio con las expresiones artísticas más valoradas de México.
Una trayectoria forjada desde la infancia
Su historia comenzó a los seis años de edad, cuando inició su aprendizaje en el manejo de fibras vegetales como palma, carrizo, tul, totora, nenúfar y jolotzin. Este conocimiento ancestral lo heredó directamente de sus padres, convirtiéndose en un eslabón más de una cadena generacional que preserva las técnicas tradicionales de su región.
El reconocimiento nacional no es nuevo para este artesano tabasqueño en 2020, durante el XLV Gran Premio Nacional de Arte Popular, Gonzalo obtuvo el Tercer Lugar en la categoría Tejido de Fibra Semidura con su pieza «Tapotzin», un plato tejido en palma con doble nudo y estructura de vara de palma, enriquecido con reflejos de guano verde y jacinto.
Tres etapas de evolución artística
Divide su trayectoria profesional en tres etapas fundamentales la primera se caracterizó por la creación de miniaturas que le valieron importantes premios y reconocimientos iniciales. Durante la segunda etapa, se especializó en la elaboración de canastas que le brindaron notoriedad nacional e internacional abriéndole las puertas para viajar, exhibir sus obras y compartir su conocimiento sobre el proceso creativo.
La tercera etapa que considera la más satisfactoria de su carrera, comenzó en 2015 cuando decidió emprender un proyecto comunitario para reunir a otros artesanos de su región. Este esfuerzo dio fruto con la creación del Colectivo Tapotzingo, una agrupación que actualmente integra a 80 artesanos locales y de la cual Gonzalo funge como presidente.
Proyección internacional y preservación cultural
El impacto de su trabajo trasciende las fronteras nacionales. Sus obras forman parte de la prestigiosa colección cultural Banamex y han sido exhibidas en exposiciones organizadas por el Museo de Arte Popular en la Ciudad de México, así como en Francia y Alemania.
En 2015, el artesano participó en la Feria Internacional ITB en Berlín, llevando las técnicas ancestrales tabasqueñas al corazón de Europa. Dos años después, en 2017, formalizó la creación del Colectivo de artesanos y artesanas de Tapotzingo con el objetivo específico de reactivar el sector artesanal comunitario mediante capacitación y gestión de espacios para exhibición y comercialización.
Entre los proyectos de mayor envergadura realizados por el colectivo destacan los stands representativos de Tabasco en el Tianguis Turístico de Acapulco y Mérida, espacios donde se promueve la riqueza cultural y artesanal del estado.
Reconocimiento institucional
La ceremonia de premiación contó con la presencia de Vianey Rodríguez Torres, directora general del Instituto para el Fomento de las Artesanías de Tabasco (IFAT), quien acompañó al maestro artesano en este momento histórico para el patrimonio cultural tabasqueño.
El reconocimiento obtenido no solo honra su dedicación personal, visibiliza la riqueza del patrimonio artesanal de la zona indígena Yokot’an y fortalece la identidad cultural de Tabasco en el panorama nacional.
La técnica de doble nudo fino utilizada en el «Cesto goch» es una metodología ancestral que requiere años de perfeccionamiento. Las fibras empleadas se obtienen de palmas nativas de la región, las cuales deben procesarse mediante técnicas tradicionales de secado y preparación la comunidad Yokot’an de Tapotzingo mantiene estas prácticas como parte integral de su identidad cultural, transmitiendo los conocimientos de generación en generación a través de talleres familiares y comunitarios que preservan la autenticidad de cada pieza elaborada.
