El estado de Tabasco, ubicado en el sureste de México, es reconocido como un mosaico cultural en el que confluyen las tradiciones de los pueblos olmeca, maya y mexica. De esa fusión surge una de las expresiones dancísticas más representativas: la Danza de los Comales, originaria del municipio de Comalcalco, considerada una ofrenda a los dioses y un homenaje a la fertilidad de la tierra.
El comal: Símbolo de conexión con la tierra
El elemento central de esta danza es el comal, utensilio ancestral de barro cocido con forma circular, utilizado desde tiempos prehispánicos para cocer tortillas o tostar semillas. Más allá de su uso cotidiano, en la danza se convierte en un símbolo de abundancia, vida y gratitud hacia la madre tierra su movimiento constante de una mano a otra representa la continuidad de la vida y la energía del sol que alimenta las cosechas.
La fuerza femenina en la tradición
Esta danza es interpretada exclusivamente por mujeres, lo que resalta el papel central de la figura femenina en la cosmovisión prehispánica vinculada con la fertilidad, la tierra y la vida misma. A través de giros, cruces, saltos y reverencias a los puntos cardinales, las bailarinas honran tanto a sus ancestros como a la naturaleza que las nutre.
Vestimenta cargada de simbolismo
Aunque no existe un vestuario único se utilizan trajes de manta cruda decorados con mazorcas de maíz, granos de cacao, pirámides o girasoles, símbolos de abundancia, energía solar y riqueza agrícola. En otras variantes, se emplean faldas amplias y blusas bordadas, reforzando el vínculo con la tierra y los frutos que esta brinda.
Un legado que trasciende generaciones
La Danza de los Comales no es solo una coreografía, una tradición que ha sobrevivido a lo largo de los siglos. En la antigüedad era parte de rituales para agradecer a los dioses por las cosechas o para pedir por la fertilidad de los campos hoy se mantiene viva en festivales culturales, escuelas y presentaciones comunitarias, asegurando que las nuevas generaciones comprendan y valoren su significado.
La danza en el presente y futuro
Actualmente esta danza se presenta en eventos regionales y nacionales como un emblema de la identidad tabasqueña. Escuelas, grupos folclóricos y comunidades la mantienen viva reafirmando que en cada giro de comal se guarda la memoria colectiva de Tabasco su permanencia no solo preserva la cultura, se convierte en un atractivo turístico que conecta a visitantes con la esencia más profunda de la región.
Conservar la memoria cultural
Es más que un baile: es una herencia espiritual y cultural que une pasado y presente, y que recuerda la importancia de valorar nuestras raíces. Conservarla significa proteger la identidad y compartir con el mundo un legado que habla de gratitud, abundancia y respeto a la tierra.
