Con la llegada de diciembre, el Puerto de Frontera, reconocido como Pueblo Mágico y puerta natural del Golfo de México, enciende su magia para recibir a visitantes y familias que buscan celebrar las fiestas decembrinas rodeados de naturaleza, historia y tradición. Las luces navideñas colocadas en su malecón, calles principales y zonas emblemáticas, ya comienzan a transformar el ambiente tropical en un escenario festivo que combina mar, río y cultura en un mismo destino.
Ubicado al sureste del Golfo, destaca por ser uno de los puertos más importantes de Tabasco gracias a su actividad marítima y comercial. Sin embargo, en esta temporada su encanto va más allá: diciembre permite apreciar el encuentro entre las aguas dulces del río Grijalva y el mar salado, un espectáculo natural que visitantes describen como “un abrazo luminoso en pleno invierno”.
El clima cálido-húmedo, característico de la región, favorece las actividades al aire libre, con temperaturas que rondan los 25° C y ligeros nublados, diciembre se convierte en un buen momento para recorrer sus atractivos naturales y culturales. El punto más solicitado es la Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla, uno de los humedales más extensos e importantes de Norteamérica, hogar de aves migratorias, fauna diversa y paisajes que encajan perfecto con la fotografía decembrina que muchos buscan para sus recuerdos.
La temporada impulsa el turismo religioso la Iglesia de la Virgen de Guadalupe, con sus torres de 20 metros y arquitectura tradicional, se convierte en un punto de encuentro para peregrinaciones, rosarios y celebraciones propias del mes. Para quienes disfrutan de la historia marítima, la Ex Aduana Marítima ofrece un vistazo al pasado comercial del puerto y su evolución a lo largo del tiempo.
Otro sitio emblemático que cobra relevancia es La Casa del Agua, punto donde convergen los ríos Grijalva y Usumacinta, los dos más caudalosos de México. Turistas y locales lo consideran un lugar ideal para conectar con la naturaleza antes de adentrarse en las festividades navideñas del puerto.
Pero ningún viaje decembrino estaría completo sin disfrutar de la cocina local, durante esta época, los restaurantes y cocinas tradicionales ofrecen sabores representativos como el ceviche blanco, el queso de puerco, el pan de riñón, pescados frescos y bebidas típicas que acompañan reuniones familiares y cenas frente al mar, la gastronomía de Frontera se convierte así en parte esencial del espíritu festivo.
Este diciembre, Frontera reafirma por qué es uno de los lugares más especiales de México. Con su riqueza natural, su historia portuaria, su gastronomía y la calidez de su gente, el Pueblo Mágico ofrece una experiencia decembrina distinta: luminosa, tropical y profundamente arraigada a sus tradiciones.
No solo celebra la Navidad; la vive en cada rincón. Y quienes la visitan, se llevan consigo una postal donde la naturaleza y la magia navideña conviven al ritmo del mar.
