En un paso firme hacia la consolidación de un sistema penitenciario moderno, humano y funcional el gobernador del estado, Javier May Rodríguez, encabezó una visita de supervisión a los trabajos de rehabilitación integral del Centro Penitenciario No. 9, ubicado en Estación Chontalpa, municipio de Huimanguillo. La obra presenta un avance del 95% y está a punto de ser entregada.




Durante el recorrido, el mandatario estuvo acompañado por autoridades clave como el general Miguel Ángel López Martínez, comandante de la 30ª Zona Militar; el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Serafín Tadeo Lazcano; el titular de la SOTOP, Daniel Arturo Casasús Ruz; así como la presidenta municipal de Huimanguillo, Mari Luz Velázquez Jiménez, y William Cabrera Pascacio, director general del Sistema Penitenciario del Estado. La presencia de estos funcionarios evidenció el carácter prioritario de esta obra para el Gobierno de Tabasco.
Inversión histórica para garantizar seguridad y derechos humanos
Con una inversión estatal de 250 millones de pesos, este centro penitenciario representa uno de los esfuerzos más significativos del sexenio en materia de infraestructura pública orientada al fortalecimiento de la justicia. La rehabilitación no sólo contempla mejoras estructurales en seguridad, servicios sanitarios y sistemas de vigilancia, un diseño centrado en la dignidad humana, con espacios adecuados para actividades productivas, educativas, culturales y deportivas.
El proyecto incluye módulos con capacidad organizada para albergar a personas privadas de su libertad bajo estándares de clasificación por perfil criminológico, área de ingreso seguro, áreas médicas, espacios de atención psicológica, comedor, talleres ocupacionales, patios multifuncionales y zonas de convivencia familiar supervisada.
Hacia una reinserción social real y sustentable
Uno de los principales enfoques del renovado Centro Penitenciario No. 9 es el impulso a la reinserción social efectiva. Esta visión forma parte del nuevo modelo penitenciario que Tabasco viene adoptando en sintonía con la Ley Nacional de Ejecución Penal, priorizando el acceso a la educación, el trabajo digno, la salud física y mental, y el fortalecimiento de vínculos familiares.
“La seguridad no es sólo vigilancia o encierro; también es oportunidad, reeducación y justicia social. Esta obra refleja esa visión de Estado”, señaló el gobernador durante su intervención ante medios locales.
Supervisión técnica y puesta en marcha
De acuerdo con la Secretaría de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas (SOTOP), la obra está prácticamente concluida, y se prevé que en los próximos días se terminen los últimos detalles para dar paso a la supervisión final y la habilitación operativa del centro. Posteriormente, el penal podrá ser utilizado para despresurizar otros reclusorios del estado que actualmente operan por encima de su capacidad.
Este nuevo espacio no sólo optimizará las condiciones de reclusión en Tabasco, tendrá un impacto positivo en las condiciones laborales del personal de seguridad penitenciaria, quienes contarán con instalaciones mejor equipadas y entornos más seguros para desempeñar su labor.
Seguridad con sentido humano
Con este proyecto se suma a los estados que buscan modernizar su sistema penitenciario desde una perspectiva integral, centrada en los derechos humanos, la justicia restaurativa y la seguridad pública. El Centro Penitenciario de Huimanguillo se posiciona así como un ejemplo de cómo las políticas públicas pueden transformar estructuras históricamente rezagadas en entornos de verdadera reconstrucción social.




