Recibir el Año Nuevo rodeado de naturaleza se ha convertido en una de las alternativas más buscadas por quienes desean cerrar ciclos lejos del ruido urbano. En el corazón de la Selva Zoque, dentro del impresionante entorno de Agua Selva, en Huimanguillo, Tabasco, existe un refugio ideal para comenzar el año en equilibrio: Selva Zoque Eco Park & Wellness, un proyecto de turismo de bienestar que conecta cuerpo, mente y naturaleza.
Este destino se distingue por su privilegiada ubicación donde la selva tropical, los arroyos de aguas cristalinas y las cascadas monumentales crean un escenario perfecto para la contemplación y el descanso. Hospedarse aquí no significa renunciar a la comodidad, ya que el complejo cuenta con acceso vehicular, estacionamiento, energía eléctrica, agua potable, servicios sanitarios y conexión Wi-Fi en áreas externas.
Selva Zoque Eco Park & Wellness ofrece tres opciones de hospedaje, pensadas para distintos estilos de viaje, desde familias hasta mochileros y parejas. Cada año, estudiantes, grupos de amigos y viajeros independientes eligen este lugar para vivir una experiencia auténtica en contacto directo con la naturaleza.
La cabaña familiar junto al arroyo es una de las joyas del lugar construida en madera y ubicada a orillas de un cauce natural, permite alojar hasta cinco personas en un ambiente cálido y acogedor. Cuenta con camas confortables, terraza con vista al arroyo, estufa con utensilios básicos, área de fogata y acceso a servicios sanitarios, convirtiéndose en una excelente opción para despedir el año en familia.
Para quienes buscan mayor privacidad, el hostal con habitaciones privadas y baño propio ofrece comodidad en plena selva. Cada habitación tiene capacidad para cuatro personas y está equipada con cama matrimonial, literas, baño con agua caliente y Wi-Fi. Los huéspedes cuentan con acceso libre al eco parque, ideal para parejas o amigos que desean equilibrio entre confort y aventura.
La zona de camping es perfecta para los espíritus más aventureros, aquí se puede acampar cerca del área de estacionamiento natural o internarse en el eco parque, rodeado de senderos, pozas y cascadas. El área incluye baños, regaderas compartidas, estacionamiento y acceso total a Agua Selva, permitiendo una experiencia inmersiva bajo un cielo estrellado.
Más allá del hospedaje es una reserva ecológica que sorprende por su riqueza natural, ubicada a unos 120 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y dentro del municipio de Huimanguillo, ofrece paisajes únicos que muchos tabasqueños aún desconocen y que se posicionan como una alternativa real a destinos tradicionales del sureste.
Uno de los primeros puntos que cautiva a los visitantes es el cerro de La Copa, desde donde se obtiene una vista panorámica de la vasta llanura verde que rodea la reserva. Desde ahí parten rutas de senderismo que permiten adentrarse y descubrir, paso a paso, cascadas y formaciones naturales de gran belleza.
Entre los principales atractivos se encuentran la cascada La Pava, la imponente cascada Las Flores, con una caída de más de 100 metros, y Las Gemelas, dos impresionantes caídas de agua que superan los 70 metros de altura. Estos escenarios son ideales para la fotografía, la contemplación y el contacto con aguas cristalinas.
Es un destino para quienes buscan aventura y cultura aquí se pueden realizar actividades como senderismo, ciclismo, rappel y cañonismo, de visitar la zona arqueológica de Malpasito, un importante asentamiento prehispánico que enriquece la experiencia con historia y tradición.
Llegar a este paraíso natural es sencillo desde Villahermosa, el trayecto es de aproximadamente dos horas y media en automóvil, tomando la carretera hacia Cárdenas y Huimanguillo, y continuando rumbo a Malpaso. Desde Tuxtla Gutiérrez, el viaje se reduce a una hora y media.
No es solo una escapada, es una oportunidad para reconectar con la naturaleza, respirar aire puro y comenzar un nuevo ciclo en armonía. Entre cabañas, cascadas y selva viva, este destino se consolida como uno de los secretos mejor guardados de Tabasco.





