En Jalpa de Méndez, Tabasco la tradición de los «años viejos» adquiere un toque singular que mezcla ingenio y sátira. Como cada año las calles se llenan de muñecos hechos de trapo y paja que esta vez han tomado el rostro de reconocidos políticos locales y nacionales desde figuras actuales como el presidente municipal José del Carmen «Chepe» Olán, hasta personajes del pasado como Manuel Andrade Díaz, y cantantes estos monigotes atraen la atención de residentes y visitantes por igual.
Esta práctica no solo es un reflejo del folclore Tabasqueño, también una muestra del ingenio de los artesanos que compiten por destacar en un mercado cada vez más saturado. Representan la despedida simbólica de lo negativo del año que termina un ritual que tiene raíces en antiguas tradiciones mexicanas y europeas.
La quema de estos «años viejos» no es solo un espectáculo visual es un acto cultural cargado de significado Originada en Veracruz, esta costumbre se ha extendido a estados como Oaxaca, Chiapas y Tabasco convirtiéndose en una festividad popular para purificar energías y recibir el año nuevo con esperanza. Durante la noche del 31 de diciembre son llevados en procesión por las calles con música, baile y pirotecnia, culminando en su quema para dejar atrás los machos y dar la bienvenida a lo nuevo.