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Madre e hija embajadoras de Huimanguillo, Un legado que atraviesa generaciones

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En la rica historia del «Gigante de Tabasco», Huimanguillo pocas familias han dejado una huella tan profunda en la Flor Tabasco como la dinastía Dagdug. María Estela Dagdug Aguirre, cariñosamente conocida como «Teté Dagdug» portó con orgullo la banda como embajadora de Huimanguillo en 1961 iniciando un legado que trascendería generaciones y que su hija Cristell de la Fuente Dagdug continuaría.

Un legado de coronas

El destino quiso que la belleza, elegancia y amor por su tierra natal se transmitieran de madre a hija culminando en 1995 cuando Cristell no solo representó a Huimanguillo como embajadora, conquistó el codiciado título de Flor Tabasco, llevando la tercera Flor de Oro al municipio desde 1982.

Aquella memorable noche de 1995, todas las embajadoras lucieron elegantes trajes de gala blancos. La victoria de Cristell fue particularmente significativa pues marcó un logro histórico: era la primera vez que la hija de un ex Presidente Municipal y de una ex Embajadora alcanzaba el máximo galardón de la mujer tabasqueña.

Raíces profundas en el corazón de Huimanguillo

El apellido Dagdug resuena con fuerza en la historia cultural y social del «Gigante de Tabasco», no solo por sus logros en certámenes de belleza, por el compromiso familiar con el desarrollo y promoción de su municipio a lo largo de décadas.

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María Estela y Cristell quienes demostraron que portar la banda representa mucho más que belleza física; simboliza el orgullo, la identidad cultural y el profundo amor por la tierra que las vio nacer. Esta historia de madre e hija reafirma que en Huimanguillo conocido como la «Tierra de la Piña», el compromiso con las tradiciones y el orgullo por sus raíces se transmite como tesoros de generación en generación forjando un legado perdurable que enriquece la identidad cultural de todo Tabasco.

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