En medio del intenso calor de Tabasco surge una innovación culinaria que está causando sensación: el helado de pozol. Esta deliciosa creación combina la tradición ancestral maya con un refrescante formato que cautiva a locales y turistas por igual.
La magia del pozol convertido en helado
Don Federico Sánchez Rodríguez, cariñosamente conocido como «Don Lico» en Tenosique, Tabasco ha revolucionado la gastronomía regional al transformar la bebida emblemática en un exquisito helado artesanal. Su creación puede degustarse en diversos sabores: pozol blanco, con cacao, cacahuate, canela, coco, azúcar y hasta horchata.
Raíces ancestrales convertidas en helado
El pozol del náhuatl «pozolli» es una bebida milenaria a base de maíz y cacao originaria de Mesoamérica los mayas de Tabasco la denominaban «buk’a» o «pochotl» y era altamente valorada por sus propiedades nutritivas y de conservación en climas calurosos.
Inscripciones en vasos mayas del 400 d.C. encontrados confirman su uso como «tazas de cacao y masa de maíz». Esta bebida ancestral proporcionaba energía a olmecas y mayas siendo fundamental en la vida cotidiana del campesino.
Un emprendedor con sabor local
Siguiendo la tradición familiar en la elaboración de helados artesanales decidió innovar utilizando ingredientes regionales. Su repertorio incluye sabores únicos como panetela, ostión y queso de poro este último le ha merecido reconocimientos especiales.
Su método de elaboración conserva la autenticidad artesanal: mueve constantemente la mezcla en un cilindro rodeado de hielo con sal hasta lograr la consistencia perfecta. Esta dedicación al proceso tradicional garantiza la calidad que ha llevado sus helados a todas las regiones de Tabasco.
Su fama ha crecido tanto que personas de municipios vecinos como Balancán y Emiliano Zapata viajan específicamente a Tenosique para comprar sus helados por litros. La innovación gastronómica de Don Federico representa perfectamente la fusión entre tradición e innovación que caracteriza a la cocina moderna conservando las raíces culturales mientras se adapta a nuevos formatos y experiencias culinarias.
