Con un enfoque de inclusión y justicia social, el Instituto de Educación para Adultos de Tabasco (IEAT) atiende actualmente a 13,113 personas jóvenes y adultas en proceso de alfabetización, primaria y secundaria. Esta estrategia del gobierno de Tabasco fortalece el derecho universal a la educación, llevando esperanza a quienes alguna vez pensaron que era tarde para aprender.
Distribuidos en 19 Coordinaciones de Zona, así como en plazas comunitarias y círculos de estudio en todo el estado, los estudiantes reciben material educativo gratuito adaptado a sus necesidades. De ese total, 4,127 estudian alfabetización, 1,946 primaria y 7,040 secundaria, lo que habla del compromiso firme con la erradicación del rezago educativo en comunidades urbanas, rurales e indígenas.
Durante mayo el IEAT celebró el logro de 1,484 personas que concluyeron un nivel educativo: 48 aprendieron a leer y escribir, 497 culminaron la primaria y 939 la secundaria, demostrando que nunca es tarde para superarse. Además se sumaron 1,887 nuevos educandos, incorporados con el apoyo del personal voluntario, promotores y asesores solidarios que hacen posible este noble esfuerzo.
Ana Silvia Fuentes Falconi, directora general del IEAT, resaltó que el instituto no solo ofrece educación, sino que acompaña de manera integral a los estudiantes: se les apoya con trámites como impresión de CURP, fotografías y acreditaciones, eliminando barreras burocráticas. Cada módulo educativo está diseñado para el contexto de los participantes, con temas que abordan desde matemáticas básicas hasta educación para la vida.
A través de un modelo flexible y humanizado, se adapta a los tiempos y realidades de sus educandos. Clases presenciales, asesorías en línea y acompañamiento personalizado permiten que madres solteras, adultos mayores, personas con discapacidad o trabajadores en activo encuentren en esta institución una oportunidad para concluir sus estudios sin interrumpir sus actividades diarias.
Este esfuerzo educativo forma parte de una política estatal que apuesta por la equidad y la movilidad social, atendiendo especialmente a las zonas con mayor vulnerabilidad y marginación. Las cifras no solo representan avances estadísticos, historias de vida que se reescriben con cada certificado entregado.
En un mundo que exige cada vez más preparación, representa una segunda oportunidad real para miles de tabasqueños. Porque educarse es un acto de dignidad y libertad, y en Tabasco esta transformación es ya una realidad que sigue creciendo.



