El ingenio y la alegría de Tabasco no conocen fronteras, y así lo demostró recientemente el comediante Gusito Romina, originario de Huimanguillo, quien se ha vuelto tendencia en redes sociales. Un video viral muestra al humorista en un escenario de Playa del Carmen, Quintana Roo, uniendo fuerzas con la agrupación «Los Elegantes del Carmen» para interpretar una versión única y muy regional: el «Corrido del Pozol», una adaptación creativa de los éxitos de Natanael Cano que ha desatado risas y orgullo entre los internautas.
Gusito Romina, conocido por su estilo de «comedia creativa para sacarte la risa», ha logrado conectar con la audiencia al llevar el folclor choco a escenarios turísticos internacionales. En el clip, se le ve con su característica energía adaptando el estilo de los corridos tumbados para rendir homenaje a la bebida más sagrada de su tierra. Al grito de «¡Arriba Tabasco!», el comediante recordó que, sin importar dónde se encuentre un tabasqueño, el pozol siempre viaja en el corazón y en la memoria del paladar.
Pero, ¿qué es lo que hace que esta interpretación sea tan especial? Más allá del humor, la letra celebra esa bebida ancestral de origen prehispánico. Hecha de maíz nixtamalizado y cacao molido, esta mezcla espesa y refrescante no es solo un alimento; es un legado de los mayas-chontales, quienes originalmente lo llamaban pochotl. Para el tabasqueño, el pozol es el motor que proporciona energía, hidrata en el calor extremo y une a las familias en torno a una jícara.
La preparación es un ritual que Gusito Romina ensalza indirectamente en su show todo comienza con el maíz cocido en cal y el cacao tostado a la perfección. Al molerse juntos, forman una masa que al batirse con agua fría, crea esa consistencia única de «atole aguado» que tanto amamos. Ya sea en su versión «blanco», «con cacao» o el místico «agrio» (fermentado), el pozol es, según la tradición, una bebida que se come, gracias al residuo de la masa que queda al fondo de la vasija.
El video ha resonado especialmente porque utiliza la estética de los corridos modernos para hablar de una identidad profunda. Tradicionalmente, se sirve en jícaras, los frutos del árbol de jícaro que conservan la frescura de la bebida. El famoso «meneadito» ese movimiento circular de la muñeca para evitar que la masa se asiente es un signo de identidad regional que evoca con su interpretación.
De ser un símbolo cultural es una fuente increíble de nutrientes, rico en vitaminas y minerales, ha sido históricamente la bebida clave para agricultores y viajeros que recorren las rutas del trópico. Al adaptar una canción de Natanael Cano, Gusito Romina no solo busca la carcajada, que tiende un puente entre las nuevas generaciones y las raíces más antiguas del estado, demostrando que la tradición puede ser divertida y actual.
Los comentarios en redes sociales no se han hecho esperar, con miles de usuarios compartiendo el clip y etiquetando a amigos con frases como: «¡Ese es mi paisano!» y «¡Ya se me antojó uno con harto hielo!».
Gusito Romina se ha especializado en grabar clips de humor y shows de comedia en locaciones específicas de Tabasco, pero este salto a las costas del Caribe mexicano ha elevado su perfil. Su capacidad para transformar un tema cotidiano como una bebida de maíz en un éxito viral de «corridos tumbados» habla de la versatilidad del talento, que siempre encuentra la manera de reírse de sí mismo y celebrar sus costumbres con orgullo.
El corrido es más que un chiste; es un recordatorio de que la identidad se construye todos los días con lo que comemos, lo que bebemos y cómo nos reímos.
