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Gusano barrenador reaparece en Tabasco: OMSA confirma 12 casos

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La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) ha elevado a 12 el número oficial de casos de gusano barrenador en Tabasco. Este parásito erradicado de México desde 1991, ha vuelto a generar preocupación en el sector ganadero del sureste mexicano.

SEDAP confirma oficialmente un solo caso registrado hasta el momento

Con el informe de la OMSA, la secretaría de Desarrollo Agropecuario y Pesca (SEDAP), Luisa del Carmen Cámara Cabrales, ha declarado que oficialmente el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) mantiene el registro de un único caso confirmado de gusano barrenador en el municipio de Balancán.

Según el último informe de la OMSA del 25 de febrero de 2025, siete nuevos animales infectados se han sumado a los cinco previamente reportados en Balancán. La distribución geográfica muestra una expansión: 3 casos en Tenosique, 4 en Balancán y 1 en Macuspana afectando principalmente a bovinos (5 casos) y equinos (2 casos).

Entre los casos más graves destaca un equino macho de 4 años en Tenosique con miasis en una herida ocular y otro de 12 años en Macuspana con infección en el prepucio. El Centro Nacional de Referencia en Parasitología Animal ha confirmado mediante identificación taxonómica la presencia de Cochliomyia hominivorax en todas las muestras.

El protocolo de tratamiento incluye la aplicación de negativo al 3% en las lesiones ivermectina al 1% por vía parenteral en bovinos, y baños de cipermetrina y clorpirifos en todos los animales afectados. De los 317 animales considerados susceptibles uno ha fallecido.

Los productores ganaderos han solicitado urgentemente la instalación de cercos sanitarios para contener la propagación. Preocupa especialmente que estos brotes formen parte de un corredor epidemiológico que conecta con casos reportados en Candelaria (Campeche) y Catazajá (Chiapas).

La reaparición de este parásito cuyas larvas eclosionan en 12-24 horas y devoran tejido vivo durante 4-8 días representa un grave riesgo para la ganadería regional y pone en jaque el estatus sanitario que México había mantenido durante más de tres décadas.

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