En cada rincón de México, septiembre se vive entre colores, música y sabores que reafirman la identidad nacional. Uno de esos sabores es sin duda, el pozole, platillo de origen prehispánico que se ha convertido en protagonista de las Fiestas Patrias. En Tabasco, la cocinera tradicional Carmen Balcázar ha dedicado su vida a preservar y difundir las recetas que forman parte de la memoria colectiva de la región, y entre ellas destaca su versión del pozole tabasqueño.
Carmen Balcázar es autora del libro Cocina Tabasqueña por Carmen Balcázar y fue conductora de un programa televisivo con el mismo nombre, donde mostró al público el valor de la gastronomía regional. Actualmente, administra el grupo de Facebook “Cocina Tabasqueña por Carmen Balcázar”, que reúne a miles de integrantes. Desde ese espacio comparte recetas, consejos e historias que fortalecen la identidad culinaria de Tabasco y conectan a miles de personas con sus raíces.
El pozole tabasqueño, explica es una receta que mezcla tradición y creatividad su preparación incluye maíz, carne de cerdo, patitas, chiles guajillos, especias como anís, orégano y pimientas, además de guarniciones frescas como rábano, lechuga y cebolla. El resultado es un caldo espumoso y lleno de carácter que más allá de alimentar, se convierte en símbolo de convivencia familiar y orgullo mexicano.
Este platillo tiene profundas raíces históricas en la época prehispánica, era consumido por guerreros y nobles mexicas como parte de rituales sagrados. Con la llegada de los españoles, la carne de cerdo sustituyó a otros ingredientes, lo que permitió su popularización hasta convertirse en un emblema de la cocina mexicana. Hoy en día se disfruta en tres variantes principales: blanco, verde y rojo, cada una con un toque especial según la región.
Cada platillo es una historia que merece contarse además de su labor como cocinera, impulsa proyectos culturales con la que busca preservar las recetas tradicionales y fomentar su transmisión a nuevas generaciones. En este mes patrio, prepara el pozole tabasqueño al estilo Carmen Balcázar, no es solo un guiso, un legado cultural que invita a celebrar la mexicanidad a través de los sabores que nos unen como nación.



