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Centenario histórico: Tabasco, pionero del voto femenino en México cumple 100 años

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En un día como hoy hace exactamente un siglo se escribió una de las páginas más revolucionarias en la historia de los derechos políticos femeninos en México. El 14 de marzo de 1925, Tabasco se convirtió en el primer estado del país en reconocer oficialmente el derecho de las mujeres a votar y ser votadas adelantándose casi tres décadas al resto de la República Mexicana y marcando el inicio de una transformación social que continúa hasta nuestros días.

El decreto 9: La semilla de la revolución femenina en la política tabasqueña

Bajo el gobierno de Tomás Garrido Canabal, figura tan controversial como visionaria en ciertos aspectos se promulgó el histórico Decreto 9, publicado en el Periódico Oficial del Estado. Este documento de apenas cinco artículos representó un parteaguas en la historia política no solo de Tabasco de todo México al establecer en su primer artículo el reconocimiento pleno del derecho femenino a participar activamente en los procesos electorales para ayuntamientos.

El texto del decreto establecía claramente en su artículo 1 el derecho a la mujer de votar y ser votada en los comicios electorales para ayuntamientos aunque con limitaciones que reflejaban el pensamiento de la época. Los artículos 2 y 3 especificaban que los cuerpos edilicios solo podían estar integrados por una tercera parte de mujeres prohibiéndoles ocupar la presidencia municipal además estipulaba requisitos específicos: «conducta moral intachable, tendencias socialistas perfectamente reconocidas y suficiente ilustración» condiciones que reflejaban tanto el control ideológico del garridismo como los prejuicios de género prevalecientes.

Los primeros pasos: Pioneras que abrieron brecha

La implementación del decreto no tardó en dar frutos apenas un año después en 1926, la profesora Sara Montiel Castillo hacía historia al convertirse en la primera regidora de Tabasco asumiendo un cargo en el Ayuntamiento de Centro. Este nombramiento representó el primer paso concreto en la participación femenina en la política formal.

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Sin embargo el camino hacia la igualdad plena sería largo y plagado de obstáculos después de ese primer logro las mujeres tabasqueñas tendrían que esperar casi cinco décadas para alcanzar posiciones de mayor poder. No fue hasta 1974 cuando Alicia González Lanz rompió otro techo de cristal al convertirse en la primera presidenta municipal de Tabasco asumiendo el gobierno de Tacotalpa para el periodo 1974-1976.

En el ámbito legislativo la primera diputada suplente apareció para el periodo 1956-1959, representando al Distrito I que comprendía los municipios de Teapa y Centro. La primera diputada propietaria sería Elvira Gutiérrez de Ricárdez quien representó al distrito IX de Tenosique, Balancán y Zapata entre 1962 y 1965.

Un siglo de avances graduales

El camino hacia la paridad ha sido lento pero constante desde la publicación del histórico decreto hasta 2015, solo seis mujeres habían logrado ocupar presidencias municipales en Tabasco: Alicia González Lanz (Tacotalpa), María del Carmen Paredes Saldívar (Centla), Gladys Cano Conde (Teapa), Georgina Trujillo Zentella (Centro), María de Lourdes Bolívar Gorra (Emiliano Zapata) y Elda Llergo Asmitia (Teapa).

La verdadera transformación llegó con la reforma constitucional de 2014 sobre paridad de género que catapultó la representación femenina en los espacios de toma de decisiones. Para 2015, las mujeres ya constituían el 42% de la Cámara de Diputados local un avance significativo pero aún insuficiente para lograr la plena igualdad.

La conmemoración también busca reivindicar el papel pionero de Tabasco en la historia de los derechos políticos femeninos en México un hecho frecuentemente eclipsado en las narrativas nacionales que suelen centrarse exclusivamente en la obtención del sufragio femenino a nivel federal en 1953.

- De Interes -

Al cumplirse estos primeros cien años del voto femenino en Tabasco el mayor homenaje a aquellas pioneras es continuar la lucha por una igualdad sustantiva que trascienda los aspectos formales y transforme profundamente las relaciones de poder en todos los ámbitos de la sociedad.

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