Con la llegada de la temporada seca, los paisajes de Tabasco se transforman en un lienzo de colores vibrantes. Entre marzo y abril las copas de los árboles se llenan de flores en tonalidades amarillas, rosas y rojas regalando un espectáculo visual único en la Llanura Costera del Golfo Sur.
Cuatro especies se destacan por su llamativa floración: el guayacán , el macuilís , el framboyán y la lluvia de oro . Dos de ellas son nativas de América mientras que las otras fueron introducidas en el siglo XX.
Tesoros florales de Tabasco
Guayacán, el resplandor dorado
Aunque el término “guayacán” se usa para diversas especies en Tabasco se identifican tres principales: Handroanthus chrysanthus , Roseodendron donnell-smithii y Handroanthus guayacan . Sus flores amarillas se convierten a estos árboles en un símbolo de la región aunque su explotación ha puesto en riesgo algunas de sus especies.
Macuilís, la nube rosa
El Tabebuia rosea conocido en la región como macuilís es famoso por su floración rosada. Su nombre proviene del náhuatl macuilli (cinco) en referencia a la forma de sus hojas además de su valor ornamental es apreciado en la medicina tradicional por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Framboyán, el fuego del trópico
Originario de Madagascar el Delonix regia llegó a América en el siglo XX sus llamativas flores rojas lo han convertido en una de las especies más cultivadas en parques y avenidas. Paradójicamente mientras embellece paisajes en todo el mundo en su lugar de origen se encuentra en peligro de extinción debido a la deforestación.
Lluvia de Oro, la elegancia asiática
El Cassia fistula proveniente de Asia deslumbra con sus racimos de flores amarillas. Se le atribuyen propiedades medicinales contra infecciones y problemas digestivos en Tabasco es común encontrar adornando jardines y espacios públicos.
Árboles nativos vs. árboles introducidos
A pesar de la belleza de especies como el framboyán y la lluvia de oro expertos en ecología destacan la importancia de priorizar la reforestación con árboles nativos. El guayacán y el macuilís forman parte de la biodiversidad local y brindan refugio y alimento a aves e insectos.
La conservación de estas especies es fundamental para mantener el equilibrio ecológico y garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas en Tabasco.
Un espectáculo efímero pero inolvidable
El florecimiento de estos árboles es un recordatorio del esplendor natural de Tabasco. Durante unas pocas semanas la vegetación se cubre de colores intensos atrayendo la mirada de locales y visitantes un espectáculo que, año con año, reafirma la riqueza ambiental de la región.
Fotos de Heberto dibuja y Lotería Choca